Ellos laboran por cultivos libres de basura tóxica - 8 de Agosto de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 523177618

Ellos laboran por cultivos libres de basura tóxica

Lizeth Salamanca G. Redacción Huella Social “Es que uno no sabía qué hacer con eso”, dice Edilberto Moreno, un pequeño productor del municipio de Tenjo (Cundinamarca), cuya familia vive de la siembra de verduras y tubérculos. Hasta hace cinco años, a Edilberto lo tenía sin cuidado que por sus cultivos de papa, maíz y hortalizas, el viento sabanero desperdigara envases de plaguicidas y fertilizantes. Ni siquiera sabía que eran considerados residuos peligrosos. Tarros y plásticos de colores y tamaños variados con etiquetas descoloridas por la lluvia y el sol, en las que alguna vez se leía su grado de toxicidad, daban tumbos en los pastizales, iban a parar al bosque o se quedaban suspendidos en la superficie de quebradas y riachuelos. Y allí permanecían años y años. Eso cambió hace cuatro años. Edilberto recuerda que fue “la señorita Diana”, una promotora de la Corporación Campo Limpio, quien lo buscó, le presentó el programa de recolección de envases vacíos de agroquímicos y lo convenció de participar. Luego, el proceso se repitió con otros labriegos: “Yo mismo di datos de otros cultivadores y, al poco tiempo, éramos muchos los que queríamos reciclar”. Desde entonces, no solo se dedican a sacar bultos de papa y verdura de sus parcelas; también, lonas repletas de envases y cajas de los productos que usan para asegurar sus cosechas. En vez de desecharlos con la basura doméstica o arrumarlos en algún espacio inutilizado de las huertas, los llevan al punto de acopio que la Corporación instaló en el municipio, y hasta allí llega a un camión recolector, el último jueves de cada mes, y se lleva el material entregado por los habitantes, con destino a una disposición final adecuada y responsable con el medioambiente. Así funciona Campo Limpio, programa de recolección y manejo responsable de envases de agroquímicos, que opera en Colombia desde 1998, cuando nació, gracias al esfuerzo de la Cámara Procultivos de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi). “La acogida por parte de los campesinos ha sido muy buena –comenta Santiago Mejía, gerente de Campo Limpio–. La responsabilidad del pequeño productor con la protección del campo se ha hecho evidente con esta iniciativa. Tenemos casos de gente tan comprometida que camina hasta tres horas para entregar un solo envase”. Diez años después, en el 2008, se creó la Corporación Campo Limpio, que hoy reúne 21 empresas fabricantes e importadoras de agroquímicos, también afiliadas a la Andi, es decir, a más del...

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