Una línea de vida obsoleta - 13 de Mayo de 2017 - El Tiempo - Noticias - VLEX 679011229

Una línea de vida obsoleta

El 8 de mayo del 2004, es decir, hace 17 años, este diario advertía en una de sus páginas acerca de la urgente necesidad de crear la línea única de emergencia 123, en reemplazo del obsoleto 112 que acompañó por décadas a Bogotá. El llamado obedecía a que ya era hora de contar con un moderno sistema que brindara atención y auxilio a los ciudadanos e integrara a todos los organismos del Distrito. En el 2005, esa petición se hizo realidad. Nació el Número Único de Seguridad y Emergencia (Nuse) 123 para “contribuir con la gestión, seguimiento y control de incidentes de seguridad y/o emergencias”, según Decreto 451 del mismo año. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado, los sistemas de rastreo y monitoreo de los grandes centros urbanos se hacen a través de sofisticadas plataformas que ayudan a ubicar con mayor precisión el lugar donde se presenta un incidente y a detectar las llamadas falsas que obstaculizan la labor de sus operarios. Sin embargo, la línea 123 no avanzó al mismo ritmo, y entre tanto la población creció, las emergencias, quejas y pedidos de ayuda se multiplicaron y, por supuesto, los bromistas descubrieron sus debilidades. Actualmente, por esta vía, 230 operarios reciben alrededor de 1,5 millones de llamadas al mes, más de 50.000 al día, para un total de 18 millones de solicitudes al año. Solo 2 millones reciben atención de emergencia y 1,7 millones terminan siendo falsas...

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