Lionel Messi, incluso con la 10, sigue en un laberinto en el PSG - 2 de Febrero de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 884425062

Lionel Messi, incluso con la 10, sigue en un laberinto en el PSG

Ariel Ruya- Redactor de La Nacion de argentina-gda @ELTIEMPOA veces, la vida da un giro inesperado. Las lágrimas por el despido de Barcelona a las lágrimas de la vuelta olímpica en el Maracaná, un mundo. Un universo que abre otras puertas, que derriba mitos. O, en todo caso: que transforma teorías. Lionel Messi solía ser una maravilla en Barcelona, sobre todo en tiempos de Pep Guardiola y Luis Enrique. Se construyó, para algunos, el mejor jugador de todos los tiempos, mientras sumaba títulos de todos los colores. Y acá, a la vuelta de la esquina, con la camiseta celeste y blanca, era un suplicio. Allá ganaba, gustaba, se convertía en leyenda. Acá, aún con actuaciones extraordinarias, siempre sentía -parte del medio, sobre todo- que le faltaba una marcha más. Señalaban a los entrenadores del seleccionado, que no sabían rodearlo. Acusaban a sus compañeros, que no lo arropaban. Cómplice de esa incómoda situación, con imágenes que solían retratarlo entre cinco, seis, siete rivales, sin pase, abrumado en su propia gambeta, Leo insistía. Era lo que más quería: consagrarse en la selección Pasaron Mundiales, Copas Américas. Hasta renunció luego de una de ellas, molesto por una repetida frustración. Las finales que quedaron en el camino. Hasta que -da lo mismo, qué ocurrió antes y después- debió emigrar, salir de la zona de confort, en un equipo caído en desgracia. Y, de pronto, se alinearon los planetas: Scaloni, De Paul, Dibu Martínez y hasta un renacido Di María, loEs el mundo del revés (al fin, de algún modo): Leo es feliz en la selección. Debería estar en un lujoso hotel de las sierras cordobesas, dispuesto a cazar a Colombia, la próxima víctima del equipo nacional, invicto, valiente y, en cierta medida, afortunado. Sin embargo, debe estar en París, en el Parque de los Príncipes, en encuentros subterráneos en los que, de todos modos, le cuesta un triunfo. No está fino, no está ágil, tal vez juega melancólico, como ocurría en aquellos años, cuando cruzaba el océano. El astro argentino disputó este lunes su primer partido como titular de 2022 en el encuentro que Paris Saint Germain quedó eliminado ante Niza por 6 a 5 en los penales, luego de empatar sin goles, en el estadio Parque de los Príncipes, por los octavos de final de la Copa de Francia. Es extraño: Leo nunca juega mal. Sin embargo, una vez más, dejó un sabor agridulce en la boca. Con clase, marcó su penal, el primero. Luego, el derrumbe de un equipo que no pone nunca tercera, cuarta...

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