Llegó la hora de actuar - 26 de Enero de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 839527276

Llegó la hora de actuar

Es posible que la controversia sobre su verdadera utilidad nunca concluya, pero resulta difícil cuestionar que la reunión del Foro Económico Mundial (FEM), que tiene lugar todos los años por esta época en Davos (Suiza), despierta un inmenso interés en el planeta. Así volvió a ocurrir con la edición que concluyó el viernes, en la que se examinaron temas de enorme trascendencia. Más allá de las críticas que se le puedan hacer a un evento al cual es difícil acceder, a menos que quien llegue hasta ese lugar represente a una empresa dispuesta a gastar una pequeña fortuna, forme parte de una delegación oficial o reciba una invitación gracias a sus méritos académicos o de emprendimiento social, el encuentro no tiene paralelo. Juntar bajo un mismo techo a los líderes del sector privado con medio centenar de jefes de Estado o de Gobierno y decenas de personas brillantes de diversas disciplinas tiene mucho de singular. Pero, aparte de esas características, lo destacable en la presente ocasión fue haber puesto dos asuntos claves sobre la mesa: el capitalismo de las partes interesadas y la adopción de un modelo sostenible por el sector empresarial. Aunque ambos conceptos pueden sonar distantes, no lo son. El primero está relacionado con la necesidad de que las compañías privadas miren más allá de su ámbito inmediato y se preocupen por lo que dicen sus respectivos estados financieros, pero también por el bienestar de sus empleados o la calidad de vida en las comunidades donde operan, entre otros asuntos. Si bien la idea había sido propuesta por el profesor Klaus Schwab -fundador y motor del FEM- hace medio siglo, durante mucho tiempo imperó el concepto según el cual el objetivo exclusivo de cualquier firma es maximizar sus utilidades, en pro de sus accionistas. No obstante, la ola de inconformidad que recorre el mundo, debido al aumento de la desigualdad, es un campanazo de alerta. El gran temor es que, ya sea a través de la protesta en las calles o en las urnas, tomen fuerza salidas de tono populista que acabarían empobreciendo las sociedades en donde están vigentes los principios de la economía de mercado. Las encuestas muestran que el prestigio de las empresas viene descendiendo, quizás por lo que algunos describen como un exceso de codicia que abarca minimizar el pago de impuestos o las remuneraciones a los trabajadores. Más que alcanzar el máximo posible, la línea usual es concentrarse en el mínimo requerido. En Davos se dijo con franqueza que la...

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