‘Los ríos son las nuevas avenidas de las ciudades’ - 16 de Abril de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 565736423

‘Los ríos son las nuevas avenidas de las ciudades’

Orlando Restrepo Escobar Subeditor de EL TIEMPO Conoce Colombia desde hace tiempo. Ha estado en Bogotá y en Cartagena. Pero con la región que ha tenido más relación ha sido con Medellín y el Valle de Aburrá. El alcalde de Bilbao desde el 2014, arquitecto Ibon Areso, ha sido miembro de la comisión ejecutiva de la Asociación para la Revitalización del Bilbao Metropolitano (Bilbao Metrópoli-30) y consejero de Bilbao Ría 2000. ¿Por qué las ciudades deben mirar de nuevo a los ríos? Los frentes de agua, en general, en todas las ciudades que tienen la suerte de tenerlos, unas hacia el mar, otras a un lago, otras a un río, como es el caso de Montería y el nuestro (Bilbao), son el elemento de mayor potencialidad urbana que puede tener una ciudad. Dar frente a un río es más bonito, incluso más atractivo que dar a un parque. ¿Cómo llegó Bilbao a hacer ese cambio que el mundo mira con interés? El cambio surgió de la necesidad. La necesidad de hacer esto no fue tanto un planteamiento de mejorar la ciudad, sino de habernos convertido en una ciudad industrial. Y nos fue bien hasta que, a finales de los 70, y sobre todo en los 80, la industria entró en una crisis muy profunda. Este tipo de ciudades que tenían la economía puesta en la industria pesada entraron en crisis. Esto provocó decadencia de todo el sistema industrial; tuvimos altos índices de paro, de desempleo, llegando al 25 por ciento en el área metropolitana y, en algún momento, al treinta por ciento; deterioro medioambiental y urbano. Enfrentamos ese problema y, evidentemente, nuestro objetivo era el empleo, no era el ambiente. ¿Y cómo se superó la crisis? Sabíamos que el empleo estaba en el sector terciario y de servicios. Y el problema es que para que se asienten este tipo de actividades en una ciudad, el deterioro ambiental es el principal factor de pérdida de competitividad que puede tener una ciudad. Por tanto, nos vimos obligados a cambiar todo el chasis físico, tomar esa ciudad industrial, fea, sucia y hacerla una ciudad bonita y amable para conseguir nuestro objetivo, que era el empleo. Y el ambiente fue una condición sine qua non para conseguir ese objetivo. ¿Qué papel jugó el río en ese cambio? El problema de las ciudades que teníamos esa tipología de ciudades industriales es que éramos muy ricas, generábamos empleo, pero éramos ciudades poco agradables para vivir. Y lo que teníamos que hacer era aplicar ese cambio. Y el ‘ría’ era un elemento de atractivo, un elemento de esa nueva...

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