Luis Seijas, el héroe que sueña con el título - 16 de Diciembre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 548937210
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Luis Seijas, el héroe que sueña con el título

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Fútbol

Pablo Romero Redactor de EL TIEMPO Lloraba desconsolado. Una cobija lo arropaba. En su mano derecha sostenía una bolsa de suero. Sacaba fuerzas para estar de pie. Ahí, solitario, a un costado de la cancha, Luis Manuel Seijas veía cómo a Santa Fe se le escapaba el paso a la final del fútbol colombiano en el 2010, frente a Tolima. Seijas había sufrido una fractura de costillas que lo sacó del partido. El dolor lo atormentaba, quizá tanto como esa eliminación. Cuatro años después, Seijas volvió a llorar vestido de rojo. Cómo no hacerlo, si en un acto heroico, el pasado domingo, había empalmado la pelota, al minuto 85, con la eliminación a cuestas, en el rebote de un nuevo penalti fallado –esta vez por Camilo Vargas–. Todo estaba dado para que un héroe, salido del banco de suplentes, corriera al encuentro de esa pelota indomable y la empujara al arco, con el alma, con el corazón, para anotar el gol del paso a la final. Esta vez las lágrimas fueron de felicidad. La estadía de Seijas en Santa Fe, en dos periodos, ha sido así: de sufrimientos, de lágrimas, de episodios inefables. Como en el 2008, en el partido con Real Madrid, en Bogotá, cuando él anotó el gol cardenal; un gol que, pese a la derrota 1-2, quedó en la historia, en la memoria. Ese momento, sumado al título de la Copa Colombia en el 2009, eran los logros más recordados de Seijas en Santa Fe, hasta el gol a Nacional del pasado domingo. Un león adoptado Cuando Seijas llegó al equipo cardenal era un joven de 22 años con poca trayectoria. Había jugado en Banfield de Argentina, en el Táchira de su país y en la selecciones juveniles de Venezuela. En Colombia ya había estado con su selección, en el torneo Sub-20 del 2005. El venezolano comenzó a identificarse con la afición por su entrega incansable. Lució desde el comienzo la camiseta número 20, como ahora, y siempre la ha defendido con entrega, quizá eso es lo que más se le reconoce. “En el 2010 le fue bien, fue un jugador en buen momento, y en todo era muy profesional, muy entregado a su trabajo. Se entregaba en cada partido. Conmigo jugó harto y por eso tuvo buen rendimiento”, cuenta el extécnico de Santa Fe, Néstor Otero, quien lo tuvo en el 2010. Ese fue el año en que quedó esa imagen imborrable: Seijas y su costilla fracturada, el suero, el llanto, la impotencia, la...

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