Los males de las pymes de la infraestructura - 28 de Septiembre de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 583252538

Los males de las pymes de la infraestructura

Movilidad

Detrás del brillo que muestra el sector de la infraestructura con los proyectos viales de cuarta generación, la recuperación de los ferrocarriles y el ensanche de varios aeropuertos, entregados en su mayoría a los grandes jugadores del sector, se esconde una compleja problemática que afecta a las empresas más pequeñas de ingeniería civil, especialmente las de las regiones. Mientras la Superintendencia de Sociedades reveló recientemente que entre el 2012 y el 2014 solo las 273 empresas más grandes, de un total de 1.267 que conforman el renglón (entre constructoras y consultoras), obtuvieron el 79,5 por ciento de los ingresos, las firmas pequeñas están rapándose el pedazo más pequeño de la torta, pues se calcula que las grandes inversiones a largo plazo están entre 70 y 80 billones de pesos. El presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), Juan Martín Caicedo, señala que hay seis problemáticas que tienen a las pymes del sector en apuros, los cuales se resumen en que, tras el escándalo del grupo Nule, quedaron maniatadas a la hora de contratar con el Estado, y en un profundo malestar en las regiones porque los negocios se los están llevando otros. En cuanto a este último factor, el dirigente gremial señala que hay una práctica perversa de empaquetamiento de proyectos regionales, principalmente por parte de entidades como el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y Findeter, situación que ha restringido sustancialmente oportunidades de trabajo para las empresas en cada departamento. Esta práctica, que el directivo la resume: a los contratistas “los atraen con carne pero también les dan hueso”, consiste en unir proyectos licitatorios de cuantías importantes con otros más pequeños y ubicados en zonas diferentes para asegurar su ejecución. De acuerdo con la CCI, solamente DPS tenía 360 proyectos para contratar, y finalmente solo fueron adjudicatarios 18 empresas porque las iniciativas quedaron reducidas a este número. Lo grave es que, al unir varios objetos en un mismo contrato, estos terminan ganándoselos los grandes que están en Bogotá (las entidades piden empresas más grandes y con mejor respaldo), lo que deja sin trabajo a las pymes de las regiones. “Esta es una figura perversa que está atentando contra la supervivencia de muchas empresas en Colombia”, señala Caicedo Ferrer. Sector estigmatizado Adicionalmente, según el gremio de la...

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