Marcha fúnebre Procurador - 7 de Septiembre de 2012 - El Tiempo - Noticias - VLEX 396716690

Marcha fúnebre Procurador

Ya es viernes. Yo no sé cómo lo hicimos, pero otra vez fuimos capaces de levantarnos temprano toda una semana a soportar en el espejo la tragicomedia de ser los que somos, a encarar esas pequeñas frustraciones -esas conjuras de mediocres, esos reveses de fortuna- que son peores en Colombia que en cualquier parte del mundo, a cuidar de memoria a las pocas personas que nos tocaron en suerte con la feliz sospecha de que una familia disfuncional es una redundancia. Yo no sé a qué horas nos preocupamos por la suerte del país, pero también lo hicimos. Es verdad que el tiempo apenas nos alcanzó para decir en voz alta "ojalá nos salga la tal paz", mitad cándidos, mitad insolentes, y para mirar de reojo titulares como '¿Por qué protestan los estudiantes?' o '¿Tiene futuro la salud?', pero al menos lo hicimos.

Debimos reparar en la peor noticia: 'El procurador Ordóñez tiene asegurada su reelección'. Debimos preguntarnos por qué tantos columnistas retrataban a Ordóñez como un político vil, un moralista de medio tiempo, un inquisidor disfrazado de "defensor de los intereses de la sociedad". Y sin embargo sólo a unos cuantos -al 26 por ciento de los encuestados por Gallup- les alcanza la semana para saber quién es el Procurador.

Yo lo vi una tarde en el parque Santander. Se subió a una camioneta de esas, con la mano en alto de las celebridades menores, bajo las burlas de una loca bogotana. Y se me vino a esta cabeza viciada por el cine la marcha imperial de La guerra de las galaxias. Ya era el Procurador de tirantas que respaldó aquel referendo reeleccionista que quiso desmontar nuestra democracia. Ya había aprendido a repetir que él es "la persona más discriminada de Colombia", pobre, sólo porque ha hecho todo lo que la destemplada voz de su conciencia le ha dictado para impedir la despenalización de la droga, el aborto terapéutico y el matrimonio homosexual. Ya sabía su poder para qué. Y era de lejos el político más poderoso del país. Pero esa tarde, en la distancia, no era más que otro invisible candidato a lo que sea.

Yo voto...

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