Masacrar la esperanza - 24 de Agosto de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 847404459

Masacrar la esperanza

Niños masacrados en unos cañaduzales o en el camino hacia la escuela. Jóvenes masacrados en un asado. Indígenas y líderes repetidamente masacrados frente a la impotencia, por no decir la indiferencia (y muchas veces también la connivencia) nacional. Quiero repetir esa palabra, ‘masacrados’; quiero "exactitudes aterradoras", como dice el poeta Rafael Cadenas ("estamos aquí para decir verdad"), porque todos los colombianos -incluido el Presidente, así finja no saber, así busque eufemismos- sabemos lo que significa ese campo semántico de las masacres, con sus prácticas macabras y sus víctimas. ¿Cómo es posible fingir que no vemos esa figura que vuelve a dibujarse juntando en el mapa los puntos, los muertos y las viejas escenas? Decenas de muertos que no son de la élite ni del centro del país; guerra degradada con estigmatización ideológica y racial que pretende ‘dar escarmiento’ a personas libradas a su suerte. Gente que intenta convivir, crecer, estudiar, celebrar y moverse entre el fuego cruzado de los grupos armados y las nuevas y las antiguas disidencias, en territorios estratégicos por los que transita la ilegalidad. Estado que no ha estado durante años, o siglos, que pretende no enterarse, y que suele llegar cuando ya es demasiado tarde... Nadie que haya vivido o heredado o leído la historia reciente de Colombia puede declararse sorprendido frente a estos patrones ‘familiares’ de violencia ni ignorar las palabras que los nombran. Y, sin embargo, hay algo demoledor en esta forma actual de ensañarse contra los más jóvenes. Es imposible no acusar recibo de la exactitud aterradora del mensaje. Estamos hablando de una generación a la que, hace un par de años, imaginábamos como la primera que podía soñar con un proyecto de vida en paz, y verla masacrada rebobina las imágenes de otras masacres perpetradas en círculos rituales, al ritmo de tambores, que creíamos (ilusos que fuimos, que somos) superadas. Si bien sabíamos, o deberíamos haber sabido -y sobre todo el...

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