El medioambiente: la otra víctima de la guerra en Ucrania - 19 de Octubre de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 912906209

El medioambiente: la otra víctima de la guerra en Ucrania

EL TIEMPOLa enorme humareda negra que se elevaba desde las instalaciones industriales de Mariúpol, los gigantescos incendios en depósitos de combustible, los tanques y blindados incinerados al borde del camino, los delfines muertos en las costas del mar Negro son algunas de las imágenes que los corresponsales gráficos han captado en casi ocho meses de guerra, y que sirven de testimonio de la otra gran víctima de la violenta invasión de las tropas rusas a Ucrania: el medioambiente. En los primeros seis meses de guerra, cerca de 40.000 incendios en zonas residenciales, centros comerciales e instalaciones industriales, así como en bosques y llanuras, producto de ataques con misiles o de encarnizados combates de tanques y vehículos artillados, han liberado a la atmósfera cientos de megatoneladas (millones de toneladas) de dióxido de carbono (CO2). Con razón, la ONU ha advertido de un "legado medioambiental tóxico" para Ucrania y los países vecinos. Para hacerse una idea de la magnitud del impacto, con sus casi 20 millones de habitantes, la Ciudad de México -una urbe especialmente contaminada- emite 55 megatoneladas de CO2 al año, y eso es varias veces menos de lo que, en un semestre y solo por los incendios debidos a los combates, ha generado la guerra en Ucrania. "En siete meses de guerra -declaró hace pocos días el ministro ucraniano del Medio Ambiente, Ruslan Strilets, a la agencia Euronews- hemos registrado más de 2.000 casos de daños medioambientales graves". En un informe de julio, el Gobierno ucraniano hablaba de "envenenamiento del aire" por "sustancias especialmente peligrosas", y advertía a toda Europa que "los contaminantes pueden ser transportados por los vientos a grandes distancias". Chatarra, gasolina y metales pesados No se trata solo de los incendios. Según cifras del Pentágono en Washington, Rusia ha perdido casi 6.000 vehículos militares, entre tanques, blindados, artillados y transportes, en carreteras y campos de Ucrania, desde el inicio de la invasión. Sus restos incinerados y oxidados -una de las imágenes más repetidas de la guerra- liberan residuos de combustible, plomo, azufre y otros líquidos y metales venenosos, que terminan en praderas, bosques y ríos, con terribles consecuencias para el ecosistema. Cientos de camiones y vagones de tren cisterna del ejército ruso han sido destruidos. "La capacidad de cada cisterna varía entre 500 y 1.600 litros de combustible", explica en un comunicado el Grupo de Conservación de la...

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