Memorias rescatadas. De la guerra a la esperanza
| Autor | Fernando Barbosa |
| Páginas | 18-20 |
Crónica Universitaria
18
MEMORIAS
RESCATADAS
Fernando Barbosa
Asociado del Centro
de estudios regionales
estratégicos CERIE,
Universidad Sergio
Arboleda. Asesor
internacional. Politólogo
de la Universidad de los
Andes. Ha sido director
de la Oficina para
el Asia del Fondo
de Promoción de
Exportaciones
-PROEXPO-,
Consejero
Comercial de la
Embajada de
Colombia en
Tokio- Ministerio
de Relaciones
Exteriores.
Subdirector
de Relaciones
Bilaterales del
Ministerio de
Comercio Exterior.
Director del
Centro de Estudios
Asia Pacífico de
la Universidad
Externado de
Colombia. Consultor
Internacional. Becario
investigador de la Korea
Fundation en Hanseo
University. Columnista
de El Espectador.
De la guerra a la
esperanza
La metáfora que representa la histo-
ria como el uir de las aguas de un
río que no se detiene y no vuelve
atrás, resulta muy apropiada para en-
marcar el desarrollo de las relaciones
de Colombia con la República de
Corea. Parece cercano el 28 de julio
de 1950, día cuando el gobierno del
presidente Ospina Pérez reaccionó
positivamente al llamado de las
Naciones Unidas para sumarse a
la defensa de la democracia co-
reana1. Pocos días después su
sucesor, Laureano Gómez, al
tomar posesión el siete de
agosto ante la Corte Su-
prema de Justicia, por
encontrarse cerrado el
Congreso, raticaría
la disposición colom-
biana de apoyar a los
Estados Unidos en su
determinación de com-
batir el comunismo.
Insta-
lado
el
nuevo gobier-
no, se llevarían a
cabo las negociaciones
para formalizar la par-
1 Valencia Tovar, Álvaro y Jairo Sandoval
Franky (2001), Colombia en la guerra de
Corea: la historia secreta. Bogotá: Editorial
Planeta Colombiana S. A. p.195.
ticipación de Colombia en la guerra
de Corea. Dicho apoyo concretó con
el envío de la fragata Admirante Pa-
dilla y del Batallón Colombia.
Fue esta guerra, conocida en la
literatura sobre los conictos
internacionales como la “Guerra
Olvidada”, la que establecería el
primer contacto de Colombia con los
coreanos. Sin embargo, no se trató
únicamente de una decisión política
en el campo internacional, ya que
su signicado va más allá de lo
que comúnmente se acepta cuando
se enmarca dentro del proceso de
vinculación de Colombia con el
Asia. En efecto, los antecedentes
habían estado relacionados con
el establecimiento de relaciones
diplomáticas con Japón en 1908,
bajo la iniciativa de los japoneses.
El siguiente hecho fue la denuncia
del Tratado con Japón en 1934,
como respuesta a las presiones de
Estados Unidos, tal como sucedería
después con el establecimiento
de las relaciones con el gobierno
de China durante el período de la
segunda guerra mundial. En tal
sentido, la participación colombiana
en el conicto coreano, conseguida
con grandes esfuerzos negociadores
pues el gobierno de Washington que
se oponía a nuestra cooperación,
representaba el primer acto autó-
nomo de inserción en el Asia, y ello
constituye un hito histórico.
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