Messi dijo no más, 10 años, 10 meses y 10 días después del debut - 28 de Junio de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 643866313

Messi dijo no más, 10 años, 10 meses y 10 días después del debut

Fútbol

Pablo Romero Redactor de EL TIEMPO No es normal ver a Lionel Messi tan desencajado, tan nostálgico. Verlo llorar. Verlo con ira. Verlo con ese rostro de derrota. De frustración. Le suele pasar cuando viste la camiseta de Argentina, y en las finales. Pero lo del pasado domingo fue diferente. Messi explotó, no aguantó una nueva final, la cuarta, perdida: anunció que deja la selección de su país. Y desató una tormenta. Su anuncio público se dio, curiosamente, 10 años, 10 meses y 10 días desde que se puso por primera vez la camiseta de la selección de mayores, el 17 de agosto de 2005, en un amistoso contra Hungría. Una casualidad del destino. Más de una década después, dice adiós. Y fue como una catarsis, como una liberación después de perder la final de la Copa América Centenario contra Chile, de fallar el primer penalti de su combinado; de llorar, de arrodillarse y lamentarse, de presentir todo lo que se le venía encima: las críticas feroces. Messi no aguantó más y se liberó. Su rostro, pasmado, lo decía todo, mientras daba la noticia al mundo. “Ya está, se terminó para mí la selección. Son cuatro finales. No es para mí. Lo busqué, era lo que más deseaba, no se me dio. Ya está”, dijo Messi y parecía tranquilo, como si no imaginara el huracán que desataría. Desde la noche del domingo, después de sus declaraciones, la noticia comenzó a recorrer el mundo. Los medios argentinos fueron los primeros en informar la decisión y en lamentarla: “No te vayas” tituló en su portada el diario deportivo Olé, con una foto de Messi arrodillado, con la cabeza casi entre las piernas. La historia de la ‘Pulga’ en la selección argentina ha sido así, de pesadillas. Cuando aún era un sub-20, todo parecía que iba a ser diferente. Ganó muy rápido el mundial juvenil de Holanda (2005) y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín (2008). Sin embargo, en la selección mayor solo ha encadenado decepciones. Esta ya es su cuarta final perdida. Tres consecutivas y como capitán. En la Copa América del 2007, 2015 y 2016, Argentina quedó subcampeón, con Messi. Y en el Mundial de Brasil 2014, cuando fue elegido mejor jugador del torneo –ante muchas críticas–, sufrió la más dolorosa de sus decepciones. Para un jugador como Messi, tan habituado al triunfo en el Barcelona, donde lo ha ganado todo, ha roto todos los récords y ha conquistado cinco balones de oro, esos golpes desatan consecuencias. Sergio Agüero, su compañero en la selección, confesó que nunca lo había...

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