M - Vol. 30 Núm. 76, Abril 2020 - Revista Innovar - Libros y Revistas - VLEX 869576277

M

AutorNugra, Irene Gisel Buele
CargoContabilidad y Finanzas

Introducción

El sector industrial manufacturero tiene como actividad económica específica adquirir materia prima, transformarla en productos elaborados y distribuirlos entre los consumidores o a las industrias que utilizan estos productos como instrumento de trabajo, bienes de capital o materia para nuevas transformaciones (El Asesor Contable, s. f.). Su origen se remonta a los inicios del hombre, por su necesidad de transformar los recursos (materia prima) que la naturaleza le proporcionaba en instrumentos que facilitaran la ejecución de sus tareas diarias. A finales del siglo xvm y durante el siglo xix, con la Revolución Industrial, el mundo entero, y sobre todo el industrial, cambió el proceso de transformación de los recursos naturales, dejando de utilizar instrumentos artesanales y reemplazándolos por las máquinas, cuya característica principal era la disminución del tiempo de trabajo para convertir un recurso en un producto útil (Osorio-Díaz, 2011). Para la década de los años veinte y treinta del siglo xx, después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el sector industrial manufacturero mundial experimentó avances en los segmentos de alimentos, bebidas, tabaco, textiles, confecciones y artículos de cuero, madera, minerales no metálicos, productos metálicos, maquinaria y otras industrias manufactureras (Paternostro-Matera, 2006).

En América Latina, a partir de 1929 se da el proceso de industrialización manufacturera estrechamente vinculado a la sustitución de importaciones. Los países con mayores tasas de industrialización son Brasil (en el periodo 19501985, su tasa de industrialización creció de 20% a 35%), Perú (en el periodo 1950-1988, su tasa de industrialización creció de 12% a 29%), Chile (en el periodo 1960-1974, su tasa de industrialización creció de 22% a 30%) y Colombia (en el período 1965-1976, su tasa de industrialización creció de 19% a 25%) (Santeliz & Contreras, 2016).

En Ecuador, el proceso de industrialización da inicio en 1906 con la promulgación de la primera Ley de Protección Industrial. La crisis cacaotera, que presionó a la baja de los salarios abaratando los costos de la manufactura, produce una expansión manufacturera que se expande de la Costa a la Sierra, centrada principalmente en la rama textil (Pérez-Sáinz, 1984). Las tasas de industrialización (sin considerar la refinación de petróleo) se presentan por periodos: en 1970 la tasa de industrialización es de 16% y crece a un 19% hasta 1983; para 1990 decrece a un 16%; para 1994 sigue decreciendo a un 13%; para 1999 se experimenta un ligero crecimiento a un 15,8%, y para 2007 decrece a un 14% (Santeliz & Contreras, 2016). Según el Ministerio de Industrias y Productividad (2017) y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC, 2015), el sector industrial manufacturero en el Ecuador alcanzó la sustitución de importaciones en un monto de 618 millones de dólares entre el 2007 y el 2012.

El sector manufacturero es muy importante para la economía ecuatoriana, pues genera importantes encadenamientos productivos y es fuente de empleo, pero sobre todo su nivel de desarrollo es un indicador de la sofisticación de la economía (Jácome & King, 2013). En el 2005, el sector manufacturero del Azuay, zona de estudio, contribuyó con el 5% del PIB del Ecuador, lo que equivalía a 1.600 millones de dólares (Prado, 2005). De esta contribución, los sectores industriales manufactureros más destacados son confección textil, muebles y accesorios de madera, productos alimenticios varios, pinturas, y la muy reconocida industria de la cerámica. Desde el 2007, debido en parte al apoyo del gobierno a través de la protección de salvaguardas a las importaciones que se establecieron en el 2009, el sector industrial manufacturero del Azuay ha tenido una evolución muy dinámica (Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad, 2011). En el 2010, de los 10.070 millones generados por ventas, el 48,6% se concentra en la industria manufacturera. Esta actividad, además, emplea a unas 25.207 personas, según el censo económico del 2010 (INEC, 2010).

En vista de la importancia que mantiene el sector industrial manufacturero en el Ecuador, y específicamente en la provincia del Azuay, se procede a realizar el diagnóstico de los estados financieros, que muestran los resultados de la administración de la entidad en el periodo para el que se está informando, permitiendo a los usuarios conocer la gestión de los recursos confiados a la administración (Marcotrigiano, 2013). El diagnóstico se realizará a través de razones financieras, con el fin de establecer, mediante el modelo caso-control, cuáles son los indicadores relevantes que deberían ser revisados, sobre todo, en una evaluación financiera para este sector. Un análisis financiero siempre será importante pues "es un instrumento disponible para la gerencia, que sirve para predecir el efecto que pueden producir algunas decisiones estratégicas en el desempeño futuro de la empresa" (Ochoa, Sánchez, Andocilla, Hidalgo, & Medina, 2018, p. 1). Los resultados se exponen en dos apartados: 1) análisis descriptivo y comparativo del grupo caso y control, 2) pruebas de hipótesis mediante la aplicación del método caso-control para determinar la causalidad de ciertas deficiencias financieras.

Metodología

La investigación se realiza aplicando el método descriptivo, que consiste en realizar "una exposición narrativa, numérica o gráfica, bien detallada y exhaustiva de la realidad que se estudia" (Abreu, 2014, p. 198), con un enfoque cuantitativo que aplica variables cuantitativas, aquellas en que las características o propiedades pueden presentarse en diversos grados o intensidad y tienen un carácter numérico o cuantitativo, como, por ejemplo: nivel de ingresos, deserción escolar, etc. (Cauas, 2015).

Para medir y reconocer los indicadores financieros claves de evaluación en el sector industrial manufacturero se utiliza el método caso-control sin pareamiento, que se basa en la tabla tradicional de 2 * 2, que permite calcular los momios con la finalidad de "expresar la posibilidad de ocurrencia de un evento de interés o de presencia de una exposición" (Cerda, Vera, & Rada, 2013, p. 1329) de los grupos caso y control (Londoño, 2014).

Los momios de exposición en el grupo de los casos son a/b, y los momios de exposición en el grupo de los controles son c / d. Así se obtiene la razón de momios (representada por las siglas RM).

RM = [Momios de exposición en el grupo de los casos/Momios de exposición en el grupo de los controles] = [a/b/c/d]=[a*d/c*b] (1)

Según Lazcano et al. (2001), si la RM es igual a 1, las compañías expuestas no están asociadas con el evento hipotético; si la RM es menor de 1, las compañías expuestas están asociadas pero de manera inversa con el evento hipotético, es decir, las compañías expuestas disminuyen la posibilidad de desarrollar el evento hipotético; si la RM es mayor de 1, las compañías expuestas se encuentran asociadas positivamente con el evento hipotético, lo que quiere decir que, al estar expuestas, las compañías aumentan la posibilidad de desarrollar el evento hipotético.

Según el método caso-control, para el estudio se requiere una población que contenga la presencia o ausencia de un evento; por lo tanto, se tomó como población a 338 compañías anónimas y de responsabilidad limitada del sector industrial manufacturero del Azuay. Dentro de la población se confirmó la existencia de 266 compañías anónimas y de responsabilidad limitada, no auditadas, a las que se llamará grupo caso, y que representan el 79% de la población total; y 72 de compañías anónimas y de responsabilidad limitada auditadas, a las que se llamará grupo control, y que representan el 21% de la población total.

La clasificación en compañías auditadas y no auditadas se basó en la Resolución No. 02.q.ici.0012, emitida por la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (Supercias, 2016), que en el artículo 1 menciona lo siguiente:

Están obligadas a someter sus estados financieros anuales al dictamen de auditoría externa las compañías nacionales, sucursales de compañías o empresas organizadas como personas jurídicas que se hubieran establecido en el país y asociaciones [...], las compañías nacionales anónimas, en comandita por acciones y de responsabilidad limitada, cuyos montos de activos excedan el 1.000.000,00 de dólares de los Estados Unidos de América. La muestra se realizó con la fórmula estadística 2 para muestreo de poblaciones finitas.

n= [P*Q*[Z.sup.2]*N/([E.sup.2])*(N-1) + ([Z.sup.2]*P*Q)]

n =[0,50*0,50*[(1,645).sup.2]*338/[(0,05).sup.2]*(338-1) + ([(1,645).sup.2] * 0,50*0,50)] =151 (2)

Donde:

N = 338 población de empresas

Z = 1,645 valor crítico cuando el nivel de confianza es igual

al 90%

E = 0,05 Error de estimación (5%)

P = 0,50 Probabilidad de éxito (50%)

Q = 0,50 Probabilidad de fracaso (50%)

n = 151 Tamaño óptimo de la muestra.

Conforme al porcentaje que representa cada uno de los grupos dentro de la población total (grupo control, 21%, y grupo caso, 79%), se determinó el número de compañías para cada grupo dentro de la muestra, determinándose 32 compañías auditadas en el grupo control y 119 compañías no auditadas en el grupo caso. La selección se realizó aplicando el método de muestreo aleatorio simple.

Para el análisis financiero se aplicaron 23 indicadores financieros, tanto a las compañías del grupo control como a las compañías del grupo caso. Los indicadores aplicados son liquidez corriente, razón rápida (prueba ácida), razón del efectivo (súper ácido), razón del inventario a pasivo corriente, estructura de capital, nivel de endeudamiento del activo total, nivel de propiedad del activo total...

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