El ministro de economía Kicillof: ¿Axel o demonio? - 2 de Septiembre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 526395054

El ministro de economía Kicillof: ¿Axel o demonio?

José Vales Para EL TIEMPO Buenos Aires. Para quienes lo quieren o le creen ciegamente, Axel Kicillof es “brillante”. Quienes lo pretenden defenestrar aseguran que “no podría aprobar un examen final de Economía”. Lo singular es que unos y otros, al juzgar por su obra, tienen razón. Quienes lo celebran provienen, como este economista de 41 años, del mundo académico y la militancia política. Quienes lo critican son economistas con vasta trayectoria. Como profesor e investigador tuvo sus méritos. No todos se gradúan con diploma de honor, completan un doctorado y llegan al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicet), y pocos ministros fueron capaces de equiparar el manejo de la economía con “chocar un carrusel”. Kicillof y su joven pero vertiginosa historia navegan en dos aguas y el país viene pagando las consecuencias de sus macarrónicas lecturas de John Maynard Keynes desde un marxismo ortodoxo, como al que adhiere el ministro de Economía argentino y nuevo hombre fuerte del gobierno. Activista estudiantil Se crio en un hogar de clase media acomodada junto con dos hermanos. Es hijo de Daniel Kicillof y Nora Barentein, una reconocida psicóloga, ambos de origen judío, pero no religiosos, donde los hijos absorbieron el ambiente progresista que emanaban sus padres, a prudente distancia del peronismo. Era un hogar sin sobresaltos, típicos vecinos de la Recoleta porteña y con vacaciones religiosas en Uruguay, donde la familia posee una casa, cerca de Colonia del Sacramento. La misma a la que el ministro y su esposa, la profesora de literatura Soledad Quereilhac, de 38 años, y sus dos hijos, utilizan cada verano para el descanso anual. Antes de llegar al ministerio, el 13 de noviembre del 2013, Kicillof protagonizó un vertiginoso ascenso dentro de la galaxia del kirchnerismo, al que llegó después de un extenso derrotero en agrupaciones estudiantiles de izquierda, lejos de las estructuras políticas tradicionales, de las que era sumamente crítico, según quienes lo conocieron en la Facultad de Ciencias Económicas. “Durante la crisis del 2001, era común verlo en las asambleas despotricar contra el gobierno de Fernando de la Rúa, como contra el peronismo”, recuerda un excompañero de la universidad. Poco después llegó a fundar una agrupación interna de profesores, TNT, cuyas siglas, según sus allegados, significaban ‘Tontos pero No Tanto’. Carrera de kirchnerista No se enroló en el kirchnerismo inmediatamente, allá por el 2003, sino unos años...

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