La moda brasileña toma un segundo aire - 26 de Diciembre de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 743680045

La moda brasileña toma un segundo aire

TATIANA ESCÁRRAGA- ENVIADA ESPECIAL DE CARRUSEL - São Paulo (Brasil)*Empecemos por las cifras: Brasil es el quinto mayor productor textil del planeta. Tiene más de 29.000 empresas en ese sector, que generan 1,4 millones de empleos directos y 8 millones indirectos; la mano de obra es femenina en un 75 por ciento, hay más de 100 escuelas y facultades de moda, y el país es referencia mundial en el diseño de beachwear, jeanswear y homewear. Nadie duda del peso de Brasil. Pero la grave crisis económica de hace unos años pasó factura y no es fácil recuperar la gloria. Aunque un gigante es un gigante. La tarea está en marcha. Una muestra metafórica del nuevo aire que está tomando la industria podría ser el cambio de sede de la Semana de la Moda de São Paulo (São Paulo Fashion Week, SPFW), que se ubica en el circuito internacional y pertenece al selecto club de las citas grandes, como Nueva York, París, Milán y Londres. En su edición 46, más austera, eso sí, se trasladó al emblemático Farol Santander y a Arca, una antigua fábrica, una especie de enorme galpón, un tanto desangelado, que sirvió de escenario para los más de 30 desfiles que se programaron desde el domingo pasado hasta hoy. Para Paulo Borges, creador de la SPFW, este cambio supone un "experimento" y un intento por renovar el evento de moda más importante de Brasil. Por eso, aquí hay espacio para proyectos como ‘Estufa’, del cual es curador el propio Borges y que llega a su segunda edición. Esta iniciativa busca darles cabida a nuevas voces del diseño y convertirse en un invernadero de ideas. Se trata de innovar y provocar. Nada más necesario en los tiempos convulsos que vive Brasil. Por simple casualidad, la Fashion Week coincidió en fechas con la segunda vuelta electoral, que este domingo casi seguramente llevará al poder al exmilitar ultraderechista Jair Bolsonaro. Es imposible desmarcarse de un acontecimiento que tiene en vilo a medio planeta. Aquí no se habla de otra cosa. La tensión se puede tocar. Tanto que, incluso, algunos prefieren no mencionar el tema para escapar de la polémica. Borges, por ejemplo. Aunque no esquivó del todo el asunto, sí optó por lo políticamente correcto: "No pertenezco a...

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