Multar a clientes de la prostitución: ¿retroceso o solución? - 12 de Agosto de 2017 - El Tiempo - Noticias - VLEX 691223461

Multar a clientes de la prostitución: ¿retroceso o solución?

María Luna Mendoza Redacción Domingo lunmar@eltiempo.com “Me ha pasado varias veces. El cliente y yo hacemos un acuerdo verbal. Fijamos un precio, un tiempo, unas reglas. Sí: el servicio que consciente y decididamente presto con mi cuerpo tiene condiciones. El tipo acepta, pero luego se pone como un monstruo y quiere hacer cosas que desbordan mis límites. La cosa, a veces, se pone violenta. ¿Llamar a la Policía? ¡Ni de fundas! No hay ley que soporte las reglas que por ahora yo misma defino y a la autoridad no le cabe en la cabeza que la criminal no soy yo. A varias las han llevado a la UPJ. Les dan bolillo, les quitan los papeles. La razón: andar por la calle con la libertad con la que, por derecho, podemos andar. En el papel mi oficio es legal, pero en la sociedad y en el Congreso pesa más la idea de que es un crimen que hay que abolir con castigos. Se equivocan. Mi trabajo es eso: un trabajo”. La que habla es Laura Alarcón, trabajadora sexual y activista. La suya es solo una de las muchas voces que han expresado su rechazo al proyecto de ley radicado esta semana en el Congreso de la República por la representante a la cámara Clara Rojas, el cual propone que se sancione con multas de hasta 23 millones de pesos a quienes paguen por servicios sexuales. Rojas (Partido Liberal) explicó en diversos medios que su proyecto busca “proteger a personas en situación de prostitución”, “reducir los actos de violencia contra las personas que la ejercen”, evitar que “Colombia se convierta en un destino de sexo, drogas y trata de personas” y “desincentivar la explotación sexual, los feminicidios y el proxenetismo”. Añadió que el dinero recolectado a través de esas sanciones iría a un Fondo Nacional de Atención y Apoyo a personas ligadas a la prostitución, una actividad que, en entrevista con este diario, la congresista calificó como una “labor de explotación que atenta contra los derechos humanos”. La propuesta cayó mal entre trabajadoras sexuales organizadas, activistas y académicos que la rechazan por ir en contravía de los logros sociales y jurídicos que han permitido avanzar en la reglamentación del trabajo sexual en Colombia. Y según pudo establecer EL TIEMPO, son al menos cuatro los principales motivos de su preocupación. Retroceso en derechos “Al igualar el trabajo sexual con delitos como la explotación sexual, la trata de personas y el proxenetismo este proyecto contribuye a alimentar el estigma que existe alrededor del oficio, a profundizar la...

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