La no repetición: seguridad y respeto a los derechos humanos
Autor | Juan Francisco Soto Hoyos |
Páginas | 38-44 |
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La no repetición:
seguridad y respeto
a los derechos humanos
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Como se ha esbozado en este documento, el
control sobre los recursos naturales y la tierra
ha sido una de las principales causas del con-
icto armado en Colombia. Por lo tanto, uno de
los principales retos para superar el conicto
y evitar la repetición de los hechos victimizan-
tes que derivaron en el despojo y abandono
forzado de tierras es revertir las causas y con-
secuencias que ha traído el actuar de algunas
empresas que, gracias a la violencia, se apode-
raron de las tierras y del manejo de recursos de
los territorios. Como lo han establecido algunos
autores, el éxito de los escenarios de poscon-
icto y construcción de paz depende, en cierta
medida, de cómo se establece el manejo y
disfrute equitativo de recursos como la tierra,
los recursos extractivos y renovables, el agua
o la producción agrícola (Brush et. al 2012, p.
46). De esta manera, el proceso de restitución
de tierras abre una serie de oportunidades que
pueden establecer condiciones de seguridad
para las víctimas, así como estándares de
respeto a los derechos humanos por parte de
las empresas. Estas oportunidades van desde
el establecimiento de la verdad, la justicia y
la reparación hasta el desarrollo de una línea ju-
risprudencial sólida sobre el actuar empresarial
en la adquisición de tierras o el establecimiento
de proyectos productivos en zonas afectadas
por el conicto armado.
Sin embargo, diversos aspectos pueden afectar
que la restitución de tierras abone un camino
de seguridad y respeto a los derechos huma-
nos manteniendo las causas y consecuencias
que derivaron en el despojo o abandono forza-
do de la tierra o generando nuevas circunstan-
cias que pueden debilitar las garantías de no
repetición a las que está obligado el Estado co-
lombiano. Sin que se garantice la no repetición
de estos hechos, será muy difícil solucionar los
problemas estructurales del conicto armado
y, por ende, la desigualdad que ha traído el
conicto entre algunos sectores empresariales
que se beneciaron del mismo y comunidades
históricamente discriminadas como las campe-
sinas, indígenas o afrocolombianas.
“Ellos dirán, como estas son las primeras tierras
que entran de restitución, vamos a esperar a que las
entreguen y después negociamos, por eso es que
ellos no han actuado, porque ellos están creyendo
que el campesino les va a vender de buena voluntad
(…) esa es la estrategia que ellos tienen, que noso-
tros les vamos a vender.”
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