Noísmo - 8 de Octubre de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 876660839

Noísmo

Sí que dan miedo los políticos que se ponen la mano en el corazón. Están jurándonos por Dios, así, que son honestos, que son patriotas de pelo en pecho, pero en la Colombia del siglo XXI, sitiada por esta derecha dispuesta a hundir el barco con tal de no entregarlo, en realidad están gritándonos "no": no al cierre de las brechas, no al aborto legal, no al pluralismo, no al Estado solidario, no al periodismo de investigación, no a los gobiernos alternativos, no a la despenalización de la droga, no a los acuerdos de paz que en los últimos cinco años ellos han saboteado hasta la demencia. Lo digo porque estoy viendo, en un reporte de domingo de Noticias Uno, el primer foro de los precandidatos del Centro Democrático en el profanado Salón Rojo del Hotel Tequendama. Mírelos escuchar el himno nacional con la mano en el corazón: "Centauros indomables descienden a los llanos". Óigalos lanzar arengas ventejulieras contra los acuerdos, "¡nos robaron los resultados!", un exterminio y una pandemia y un gobierno uribista después. Quizás sea un error hablar, a estas alturas, de una derecha monolítica como un culto de una sola mente. Suena mucho más sensato notar los matices en ese hemisferio tan temido: recordar la enorme "marcha de las cartillas" encabezada por los supuestos dueños de "la familia"; hablar de este "uribismo" que demasiado pronto fue un remedio peor que la enfermedad; explicar por qué la palabra "duquismo", que suena a teoría de conspiración, a la larga es antónimo de "meritocracia"; preguntarse si el "ordoñismo", en caso de trascender la familia Ordóñez, es realmente la variante mu del "monarquismo"; reconocer, en el año del estallido social, la existencia de una clase empresarial "echada pa’ lante" que se resigna a la violencia colombiana cada vez que escucha la palabra "bloqueo". Pero, luego de buscarles y encontrarles las diferencias, todo parece indicar que sí los reúne el no: son el "noísmo". Al principio de su presidencia, cuando aún no lo había degradado el...

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