‘Nunca pensé que podría vivir en paz’ - 4 de Enero de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 591013138

‘Nunca pensé que podría vivir en paz’

Myriam Bautista Especial para EL TIEMPO Es y ha sido toda su vida militante de los derechos humanos. No podía ser diferente. El ser hija de Tomás Uribe Márquez, el fundador del Partido Socialista Revolucionario en Colombia, y de Enriqueta Jiménez Gaitán, una de las primeras mujeres en quitarse el delantal y salir de su cocina para asistir a marchas, mítines y acompañar a las obreras en sus huelgas, la signó desde la cuna. Es María Tila Uribe Jiménez. Tiene ochenta y cuatro años. Su mirada es brillante y traviesa. La sonrisa la acompaña todas las horas. En la actualidad, mucho más. Sostiene con vehemencia: “Nunca pensé que podría vivir en paz. Años, décadas, medio siglo en guerra, y ahora que estamos tan cerca de la convivencia pacífica no puedo sino ser feliz”. Su libro Los años escondidos, para el que comenzó a investigar en 1977 y que terminó en 1995, fue reeditado por cuarta vez y vuelto a presentar hace unos días, sorprendiendo de nuevo por la aguda mirada sobre una época y unos hechos que, como bien lo indica el título, casi que han permanecidos desconocidos. Tila Uribe no limita su recuento al nacimiento del movimiento obrero ni a la irrupción de un partido político, por fuera del bipartidismo, sino que, con una incisiva mirada de género, aprendida de la vida, no de la universidad, logra sacar de la penumbra en que han permanecido por años a esas mujeres que lucharon con osadía, difícil de comprender en estos tiempos, por sus derechos y por los de la naciente clase obrera. ¿De dónde nace el libro? “En mi juventud quedó a mi cuidado un baúl famoso entre los socialistas, en el que se guardó la historia de esa época: había cartas de algunos de los compañeros que hicieron parte del contingente que se fue a luchar a Nicaragua con Sandino en 1927; el famoso Libro azul, con los relatos sanguinarios de Juan Vicente Gómez en Venezuela; mensajes de Tomás Uribe Márquez al dirigente Raúl Mahecha y a los trabajadores de la zona bananera; brazaletes de los obreros; pedazos de periódicos y hojas impresas que denunciaban la pena de muerte, torturas, destierros y todo lo acostumbrado en la hegemonía conservadora. Más tarde busqué las pocas fuentes que se podían conseguir y acudí a los testimonios de veteranos sobrevivientes de la época y de sus familias, para completar mi relato sobre esos sueños y esa rebeldía de los años veinte. No tuve financiación; por eso me tocó ponerle punto final, a pesar de que tenía historias para rato”. La primera de ellas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR