Pacífico que se - 16 de Noviembre de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 653304909

Pacífico que se

Laura Betancur Alarcón Enviada especial de EL TIEMPO Tres mujeres caminan descalzas por el pueblo que se desvaneció. Van en medio de las ruinas: algunos muros de las antiguas casas, unos palos de más de tres metros que un día fueron una improvisada barrera para atajar el mar, y una portería de fútbol de varas blancas, antes la cancha más importante del poblado. De lejos, sobre las aguas del Pacífico, al ver la playa de Bocas de Curay, una vereda a una hora en lancha desde Tumaco (Nariño), se pensaría que un tsunami arrasó la población o que la violencia –esa que, como el mar, ha estado por tanto tiempo acechando a las comunidades– los desplazó de la playa. Por los ladrillos tirados, las algas podridas sobre las maderas y los muros húmedos, se entiende que lo poco que quedó del pueblo se ha mantenido suspendido por varios años. Hay quietud. Las mujeres van con calma, acostumbradas a las ruinas. Aún son las 9 de la mañana y la marea asciende casi sin percibirlo. Hacia la una de la tarde, el agua ya habrá cubierto los escombros. “Hace siete años desapareció una punta de arena; el agua empezó a meterse, a llevarse las casas. La gente, al ver que el mar empezó a tocarle las puertas, desbarató las bases de madera. Al principio se corrieron un poquito, luego tuvieron que volver a desbaratar. Otros se fueron. No es cómodo estar haciendo tu casa todos los días”, relata Laddie Vernaza Vidal, mientras avanza por la playa. Ella, representante legal del consejo comunitario Acapa, sabe metro a metro, día a día, cómo se desvaneció la playa más bonita de la ensenada de Tumaco, la que era el punto de encuentro para degustar langostinos, piangua y caracol. “Nuestros ancestros vivieron en estas tierras. Ellos compartieron, vivieron, cuidaron. Por la destrucción del hombre, los cambios se están haciendo palpables. El aumento de las mareas no es porque al mar le dio por llenarse de agua”, cuenta Laddie, en un intento por explicar lo que les ha pasado. El cambio en la marea y los vientos explican parte de la erosión de esta playa. También se ha estudiado cómo el efecto de una onda de calor, después del último Niño, expandió el mar a tal punto que intensificó su aumento. A eso se le suma que la pérdida del bosque húmedo tropical ha sido abismal en la zona y, tras seis décadas de explotación irracional de la madera, hoy los bosques están formados por árboles jóvenes con tallos que aún no llegan a ser los robustos individuos que antes tenía el Pacífico. La...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR