El Papa le cantó la tabla al Congreso de Estados Unidos - 25 de Septiembre de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 583180738

El Papa le cantó la tabla al Congreso de Estados Unidos

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minutos duró la ovación de pie

tras el discurso del papa Francisco en el Capitolio. Lo escuchó con atención la élite política y judicial de Estados Unidos.

América

Sergio Gómez Maseri Corresponsal de EL TIEMPO Washington. El momento no pudo ser más sublime. Por primera vez en la historia, un papa habló ante una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos, que lo ovacionó de pie por más de dos minutos. Entre los asistentes, no solo 534 miembros del legislativo (solo uno se excusó), sino el Vicepresidente, las máximas figuras de la Rama Judicial y los miembros del gabinete del presidente Barack Obama. Pero antes que recular, el papa Francisco pronunció un agudo discurso que dará mucho que hablar y en el que no dejó títere con cabeza. En tono pausado y usando un lenguaje a veces abstracto para referirse a los temas, Francisco pidió no dar la espalda a los inmigrantes, abolir la pena de muerte, luchar contra la inequidad económica y combatir el cambio climático. Así mismo, expreso su oposición al aborto y defendió la figura del matrimonio entre un hombre y una mujer. En una ciudad tan divida como Washington, caldeada aún más por las campañas políticas de cara a las elecciones del 2016, fue evidente que sus palabras incomodaron a muchos. Los republicanos, por ejemplo, permanecieron mudos cuando el Papa hizo referencia a los indocumentados, los acercamientos con Cuba y cuando criticó un sistema donde la riqueza no está bien distribuida y atrapa a muchos “en un ciclo de pobreza”. Los demócratas, de aplaudir estos planteamientos, pasaron al silencio cuando el Santo Padre rozó temas como el matrimonio homosexual y el aborto, ambos legales en este país y defendidos a capa y espada por el establecimiento del partido. A las afueras del Capitolio, miles de personas se congregaron para escuchar sus palabras, que fueron trasmitidas por monitores gigantes. Muy ajenas al tono político que se respiraba, explotaron en emoción cuando el pontífice se asomó al balcón para saludarlas. El mismo balcón en el que se para el Presidente de EE. UU. en la ceremonia de posesión. Aunque fueron muchos los temas, el Papa dedicó una buena parte de su discurso a la inmigración, apuntando a la enorme polémica que se ha desatado en el país por los llamados de algunos candidatos republicanos a la mano dura contra los indocumentados. “En este continente, miles de personas se ven obligadas a viajar hacia el norte en búsqueda de una vida mejor para sí y para sus seres...

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