El papel de la nevera en la lucha contra el cambio climático - 2 de Octubre de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 650057917

El papel de la nevera en la lucha contra el cambio climático

Nueva York. Este mes, los signatarios del Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, se reunirán en Kigali (Ruanda) para discutir una enmienda al tratado que reduciría gradualmente, hasta eliminarlos, el uso de los hidrofluorocarbonos (HFC), uno de los seis principales gases de efecto invernadero, que suelen usarse en los sistemas de climatización y refrigeración. La enmienda ayudaría a reforzar el desarrollo sostenible y podría evitar la emisión de entre 100.000 y 200.000 toneladas de estos gases para el año 2050. Esto es suficiente como para hacer avanzar al mundo una cuarta parte del camino necesario para mantener el nivel del calentamiento global en 2 grados centígrados por encima de los registros preindustriales, objetivo acordado en la cumbre climática de París, en diciembre pasado. El Protocolo de Montreal –que entró en vigor en 1989– se creó para reparar la capa de ozono, que protege al planeta de los niveles letales de los rayos ultravioleta. Hasta ahora ha tenido un éxito notable: cerca de 100 sustancias químicas que la destruyen se han dejado de producir en las últimas tres décadas. La capa de ozono está mejorando y, según las últimas estimaciones, se podría recuperar para el año 2065, con lo que se ahorrarían miles de millones de dólares en atención en salud y costos agrícolas en todo el mundo. Gran parte de esta mejora se debe a los HFC, que son una excelente alternativa a los clorofluorocarbonos (CFC), más antiguos y perjudiciales para la capa de ozono, que se han dejado de producir. Sin embargo, algunos de los HFC son 4.000 veces más potentes como gases de efecto invernadero que el dióxido de carbono, por lo que representan un desastre climático potencial, y su uso aumenta en un 10 por ciento anual. Por ello, en medio de la lucha contra el cambio climático, tiene sentido centrarse en los HFC. Para comenzar, su reducción puede conllevar beneficios económicos, gracias a las importantes mejoras en eficiencia energética que permiten los sistemas de refrigeración y climatización más modernos. Con solo ir poniendo en funcionamiento sistemas de climatización más eficientes, se lograría una reducción de emisiones equivalente a 2.500 plantas generadoras medianas de máximo rendimiento (las que aportan energía a la red en periodos de alta demanda, como el verano). En China, pasar al uso de refrigerantes más ecológicos e impulsar la eficiencia energética de los sistemas de climatización y refrigeración...

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