Los paramilitares como "proxies" - Sección II. Putumayo en la víspera del plan Colombia - Drogas, bandidos y diplomáticos: formulación de política pública de Estados Unidos hacia Colombia - Libros y Revistas - VLEX 648837857

Los paramilitares como "proxies"

AutorWinifred Tate
Páginas101-131
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Capítulo 3
Los paramilitares como ‘proxies’
[Los comandantes paramilitares] reunieron [a los habitantes] en dos grupos
cerca a la plaza principal y frente al rudimentario puesto de salud. En seguida
mataron a los hombres uno por uno, aplastándoles la cabeza con piedras pesa-
das y una almádena. Cuando todo terminó, 24 hombres yacían muertos entre
charcos de sangre. Más tarde se encontraron otros dos en fosas poco profundas.
Mientras se iban los hombres armados, prendieron fuego al pueblo… Más de
25 habitantes entrevistados en sus casas quemadas y en albergues temporales
armaron estar convencidos de que las fuerzas militares colombianas ayudaron
a realizar la masacre. En decenas de entrevistas llevadas a cabo durante tres días
en pequeños grupos e individualmente, los sobrevivientes declararon que en
los días previos a la masacre, aviones militares sobrevolaron el pueblo haciendo
vigilancia, así como lo hicieron durante la hora subsiguiente a la masacre. Según
estos testimonios, los militares le dejaron paso libre a la columna de paramili-
tares y acordonaron la zona ngiendo una batalla durante todo el día con las
guerrillas que dominaban el área, mientras le dejaban paso libre a la columna
de paramilitares.
“Crónica de una masacre anunciada”, Scott Wilson, Washington Post, 28 de
enero de 2001.
Un asunto central para los formuladores de política pública estadounidenses fue
el de categorizar y dar cuenta de la violencia paramilitar en el contexto de la creciente
ayuda militar. ¿ué tipo de organización era la de los paramilitares? El incremento
de la violencia era un problema de política pública: las masacres, los asesinatos y las
amenazas eran altamente visibles como factores que incidían en la inestabilidad de
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Drogas, bandidos y diplomáticos: formulación de política pública de Estados Unidos hacia Colombia
Colombia. A la vez, los paramilitares también eran una solución de política pública,
en la medida en que esta cruel violencia cumplía una función contrainsurgente fun-
damental. En este capítulo, examino la emergencia, a nales de los noventa, de los
ejércitos paramilitares como una forma de violencia proxy a disposición del Estado,
al actuar como terceros sustitutos. La violencia empujó a las guerrillas a regiones
aún más apartadas, rompió sus cadenas de abastecimiento y facilitó la ocupación
militar de pequeños pueblos rurales, al tiempo que permitió que la fuerza pública
cumpliera con los requisitos relacionados con los derechos humanos para recibir la
ayuda estadounidense.
La política ocial de negar el papel del Estado en el apoyo a esta violencia dio
lugar a múltiples efectos de Estado. Para los formuladores de política en Estados
Unidos que tenían que certicar el profesionalismo y la rendición de cuentas de la
fuerza pública colombiana, esta negación encajaba perfectamente en la narrativa de
ausencia del Estado y, en consecuencia, planteaban la simple ausencia del gobierno
colombiano en vez de su alineamiento con las fuerzas paramilitares. Sin embargo,
para quienes vivían en el campo colombiano bajo el dominio paramilitar y eran tes-
tigos de las alianzas entre estas fuerzas y las fuerzas militares, esta negación circulaba
como una forma de terror estatal. En foros organizados y en encuentros informales,
los militares insistieron en que no estaban al tanto de la violencia paramilitar y se
declararon incapaces de controlar la región. Insistían en que los pobladores y los
funcionarios civiles eran los responsables de proveer inteligencia al Estado sobre
los actores armados y la violencia ilegal. Estas exigencias expusieron a la población
local a múltiples formas de violencia como resultado de represalias ya fuera de parte
de los mismos agentes del Estado, si los habitantes reportaban complicidad ocial
con los abusos, o de otros actores armados, si los habitantes alineados con el Estado
denunciaban sus acciones.
Aunque el Estado neoliberal contemporáneo es a menudo descrito como en
proceso de retirada, los antropólogos han documentado múltiples maneras en las
que la presencia del Estado se recongura a través de proxies, a quienes se les asignan
algunas funciones estatales sin estar sujetos ni a la regulación estatal ni a las dinámi-
cas que caracterizan la relación Estado-ciudadano (Strange, 1996). Estos proxies
incluyen organizaciones no gubernamentales y fundaciones que, en el proceso de
proveer servicios de salud, ayuda humanitaria, educación y bienestar social en lugar
del Estado, dan lugar a profundos efectos de Estado (Bornstein, 2012; Ferguson,
1994; Gupta, 2012). Aquí me enfoco en otro aspecto crítico para considerar ta-
les proxies: se trata del uso de las fuerzas paramilitares como base de los esfuerzos

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