El peligro de comer a deshoras - 23 de Enero de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 883047231

El peligro de comer a deshoras

Anna Palomar Cros (*) - The Conversation (**)Muchas veces hemos escuchado que comer ciertos tipos de alimentos o en ciertas cantidades puede tener efectos nocivos para la salud. Lo que no todo el mundo sabe es que la hora a la que comemos también puede contribuir a que enfermemos. En otras palabras: importa qué y cuánto comemos, pero también cuándo. La adaptación diaria Para entender por qué comer a deshoras puede jugar un papel importante en nuestra salud primero tenemos que hablar de los ritmos circadianos. Con ese nombre se conoce a los ciclos que suceden en la mayoría de los seres vivos con una frecuencia de aproximadamente un día. Entre ellos el ciclo de sueño-vigilia, la liberación de hormonas o los cambios en la temperatura corporal. Estos ritmos permiten que nos anticipemos y adaptemos a los cambios que suceden en nuestro entorno. Estos procesos naturales están coordinados por un reloj circadiano que tiene un engranaje principal situado en nuestro cerebro. Que se coordina con muchos engranajes secundarios situados en casi todos los órganos de nuestro cuerpo. El cuerpo humano mantiene en hora sus propios relojes circadianos, pero varios estímulos del exterior permiten sincronizar nuestro reloj biológico. El más importante es la luz que recibimos a diario a través de nuestros ojos. La luz natural durante el día favorece el estado de vigilia y la oscuridad de la noche promueve la producción de melatonina, la hormona del sueño. Otros elementos pueden coordinar los engranajes secundarios de este sistema. El simple hecho de comer, o hacer deporte, mandan señales a nuestros relojes periféricos situados en órganos como, por ejemplo, el músculo, el páncreas o el hígado. Pero ¿qué pasa si desajustamos el reloj interno? El desajuste entre estos estímulos externos y el reloj interno puede conllevar una alteración de los ritmos circadianos. Es lo que se conoce como cronodisrupción. Un claro ejemplo lo encontramos en el trabajo en turno de noche. En esta situación, nuestro cuerpo está expuesto a estímulos externos a deshora, principalmente a luz artificial en horario nocturno. Este desajuste constante altera los ritmos circadianos de quienes trabajan en turno de noche y puede tener un efecto negativo en la salud. Tanto es así que la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (Iarc, por sus siglas en inglés) ha clasificado el trabajo de noche como probablemente carcinógeno para cánceres de próstata, mama y colon. Una de las hipótesis...

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