Pensamientos célebres
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PENSAMIENTOS CELEBRES
HOMBRES Y JUSTICI A
El mayor acicate de los culpables es el silencio de los
inocentes. –Gandhi–.
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La maldad de los malvados es nada comparada con la
indiferencia de los buenos. –Martín Luther King–.
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Los corruptos solo pueden ser expiados por la sangre de los
justos que llegan al cielo por la escalera del patíbulo. –Tocqu e v ill e –.
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El mal entra como aguja y se extiende como roble. –
Proverbio Etíope–.
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La miseria es la compañera de los pleitos, y los pleitistas son
unos miserables, pues alcanzan antes el fin de la vida que sus
pretendidos derechos. –Chilón, el lacedemonio, en Delfos. Cita
de Rabelais–.
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Los abogados son como los actores; su campo de acción
está limitado por la obra; deben aceptar la farsa tal como está
escrita sin cambiar las palabras del diálogo. De hacerlo se
convierten en artistas de variedades o en picapleitos. –Robert
Traver. Anatomía de un asesinato–.
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Un abogado a mitad de juicio se parece mucho a un
petrolero de visita turística en Las Vegas: el dinero es lo que menos
le preocupa. –Robert Traver. Anatomía de un asesinato–.
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Dos campesinos se peleaban una vaca. Mientras uno jalaba
de la cabeza y el otr o de la cola, un abogado la ordeñ aba. –Parábola
Judía–.
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Algunas excepc iones del proceso la boral. Entre las muchas
que se conocen, modernamente se encuentran dos: pleito
enorme y envidia atroz. –Augusto Conti–.
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Mientras un abogado –a la luz de una lámpara, con la
espalda encorvada y los anteojos puestos– repasa la obra de un
jurista en busca de una opinión autorizada que sostenga su causa,
y la encuentra...el abogado de la otra parte –a la luz de una
lámpara, con la espalda encorvada y los anteojos puestos–
consulta al mismo autor buscando un apoyo para la doctrina
contraria. Y lo encuentra. –F.D. Guerrazzi–.
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En un Estado, la multitud de leyes es igual que un gran número
de médicos: señal de debilidad y enfermedad. –Voltaire–.
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Si reconoces la Verdad sólo porque es verdad, si aplicas la
Justicia sólo porque es justicia, habrás hecho de un caso aislado
la ley para todos los casos, hab rás tratado un instante de tu vida
como si fuera la eternidad. –Schiller–.
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“Los abogados” defienden a los litigantes en los pleitos como
los pilotos en las borrasc as a los navíos, sacándoles cuanto tienen
en el cuerpo para que, si Dios fuere servido, lleguen vacíos y
despojados a la orilla”. –Quevedo–.
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Criminalista.–En los antros de la sofistería legal se llama gran
criminalista al hombre togado que tiene bastante habilidad para
que los acusados sigan en las redes que les tiende, que miente
con impudicia para descubrir la verdad, que intimida a los testigos
y les obliga, sin que ellos lo advie rtan, a declarar contra el acusado;
que si encuentra una ley antigua y olvidada que se dictó en época
de guer ra c ivi l, le hac e re viv ir y la ap lic a en épo ca de paz . Se par a
y debilita a todo el que puede servir para el ajusticiamiento de
un desgraciado y amplí a y agrava todo lo que puede servir para
declararle reo, no obrando como juez sino como enemigo. Por
todo esto merece sustituir en la horca al desgraciado que manda
ahorcar. –Voltaire–.
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Es horrible sentirse juguete de un procedimiento judicial
misterioso; la bravura que se tiene ante todo lo demás, desaparece
y se cambia en desconcierto en presencia de la justicia. ¿Por
qué? Porque la justicia humana no es más que crepuscular, y
porque el juez se mueve a tientas. –Victor Hugo–.
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ABOGADOS90
El jurista es un caballero que rescata vuestra hacienda de
las manos de vuestros adversarios y se la guarda para sí. Atribuido
a Henry Peter Brougham.
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Si no hubiera malas gentes, no habría buenos leguleyos.
Charles Dickens, The Old Curiosity Shop., cap. 56.
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El inglés se vanaglori a de que su propiedad está asegurada,
y todo el mundo confirmará que una razonable administración
90 GOICOECHEA ROMANO, Cesáreo, Diccionario de citas, Ba rcelona, Editorial labor.
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