Perdedores económicos se rebelan contra las élites - 30 de Enero de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 592628842

Perdedores económicos se rebelan contra las élites

Los proyectos de la élite

derechista se han centrado durante mucho tiempo en las bajas tasas marginales de impuestos.

Los perdedores también tienen derecho al voto. Eso es lo que significa la democracia, y con todo el derecho. Si se sienten lo suficientemente engañados y humillados, votarán por el candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano en Estados Unidos, Donald Trump; por Marine Le Pen del Frente Nacional en Francia; o por Nigel Farage del Partido de la Independencia del Reino Unido. Hay quienes se dejan seducir -en particular los de la clase obrera- por los cantos de sirena de los políticos que combinan el nativismo de la extrema derecha, el estatismo de la extrema izquierda y el autoritarismo de ambas. Por encima de todo, los perdedores se oponen a las élites que dominan la vida económica y cultural de sus países: a los reunidos la semana pasada en Davos para el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Las consecuencias potenciales son aterradoras. Las élites tienen que preparar respuestas inteligentes. Pero puede que ya sea demasiado tarde para hacerlo. Los proyectos de la élite derechista se han centrado durante mucho tiempo en las bajas tasas marginales de impuestos; en la inmigración liberal; en la globalización; en la reducción de los costosos “programas de ayuda social”; en los mercados laborales desregulados; y en la maximización del valor para los accionistas. Por su parte, los proyectos de la élite izquierdista se han centrado en la inmigración liberal (de nuevo); en el multiculturalismo; en el laicismo; en la diversidad; en la libertad para elegir el aborto; y en la igualdad de raza y de género. Los libertarios adoptan las causas de las élites de ambos lados; es por eso que constituyen una pequeña minoría. Durante el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y de las preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súperélite global. No es difícil comprender por qué las personas comunes -en particular los hombres nacidos en los determinados países- se sienten alienadas. Estas personas son perdedoras, al menos relativamente; no se benefician de las ganancias de manera igualitaria. Se sienten usadas y abusadas. Élites incompetentes y depredadoras Después de la crisis financiera y de la lenta recuperación en el nivel de vida, consideran que las élites son incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchas estén enojadas, sino más bien que muchas no lo estén. Branko...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR