El país pierde US$ 1 millón al día por ataques a oleoductos - 29 de Julio de 2012 - El Tiempo - Noticias - VLEX 391032586

El país pierde US$ 1 millón al día por ataques a oleoductos

Redacción Justicia

Entre los cientos de trabajadores e ingenieros que construyen el oleoducto Bicentenario en los Llanos Orientales se mueven día a día y metro a metro 4.000 soldados. ¿Su misión? Evitar que la guerrilla se atraviese en la ruta del proyecto de infraestructura petrolera más grande del país.

Dos batallones afincados en Tame (Arauca) cuidan hoy el Bicentenario, que multiplicará por cinco la capacidad del oleoducto Caño Limón-Coveñas. Pese a la vigilancia, la megaobra completa seis meses de atraso por cuenta de los atentados de las Farc y, sobre todo, del Eln.

Entre enero y junio de este año, la infraestructura petrolera del país fue atacada 67 veces, lo que representa un aumento del 253 por ciento frente al mismo periodo del 2011. Además, en lo corrido del año 14 ingenieros han sido secuestrados y dos fueron asesinados, aparentemente por no pagar 'vacunas'.

Cuatro ciudadanos chinos que trabajaban para una petrolera en Caquetá están hoy entre los secuestrados más antiguos del país. De ellos no se sabe nada desde hace más de un año, cuando las Farc se los llevaron de una zona rural de San Vicente del Caguán.

La 'locomotora minera', que está apalancada en el petróleo y es la principal fuente de ingresos del país, se ha convertido en uno de los principales blancos de la guerrilla, por varias razones. La primera es práctica: la extorsión a las grandes empresas se ha convertido en una importante fuente de recursos para grupos ilegales que han visto mermadas sus entradas provenientes de la coca.

Un ejecutivo de una empresa que opera en el Llano le dijo a EL TIEMPO que el año pasado su firma pagó unos 900 millones de pesos en 'vacunas', casi un 10 por ciento del total de sus negocios (ver recuadro). En el caso del Eln, señalan fuentes de inteligencia, sus jefes estarían viendo en la construcción del oleoducto Bicentenario la misma oportunidad de renacer que a principios de los 80 les representó la construcción del 'tubo' entre Caño Limón y Coveñas.

Una segunda razón es estratégica: con sus ataques a la infraestructura, la guerrilla obliga al Estado a destinar a labores de vigilancia tropa que debería estar combatiéndola. Hoy, más de 20.000 militares están dedicados exclusivamente a cuidar la infraestructura petrolera.

Pero hay otros 10.400 vigilando la explotación minera; 11.910 cuidando las generadoras de energía y las líneas de transmisión y otros 36.000 destinados a la vigilancia...

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