La pimienta colombiana que está en la mira de los chefs internacionales - 7 de Julio de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 797947869

La pimienta colombiana que está en la mira de los chefs internacionales

Santiago Gómez LEMA - PARA EL TIEMPO santigog@hotmail.comLa Hormiga es uno de esos pueblos selváticos en los que la aparición de la industria petrolera desplazó a la población indígena y le abrió las puertas a una masa desordenada de ingenieros y comerciantes. Bares, ruido, cemento y hoteles con vidrios polarizados. Sin embargo, un poco más adentro, más allá de ese barullo de motos y reguetón, todo es un poco más silencioso. Unos kilómetros selva adentro, en las tierras cultivables del valle del Guamuez, la vida es lenta y el aire está cargado de expectativa, pues los campesinos se han entregado con fervor al cultivo de una enredadera exótica, de origen asiático, que ha resultado ser uno de los casos de sustitución de cultivos ilícitos más interesantes de las últimas décadas en el país. Se trata de la pimienta. Hace muchos años, esa zona fértil, famosa por ser uno de los departamentos con más coca en el mundo, dejó de ser una selva virgen y se convirtió en una región parcialmente deforestada que ha pasado por largos periodos de bonanza y crisis, términos que en este territorio parecen sinónimos. Bonanza del caucho-torturas a indígenas. Bonanza de la coca-intensificación de la violencia. Bonanza petrolera-crisis ambiental. Es una paradoja desesperante, cuyas consecuencias serían, en la mayoría de los casos, una sociedad campesina inmovilizada e indolente. Pero allí adentro, los campesinos están del lado de la resistencia: se asocian, creen en la capacidad productiva de la tierra, apuestan por cultivos diferentes. Humberto Recalde es el técnico encargado de implementar el programa de Proyectos Productivos de la Unidad de Restitución de Tierras, la FAO y la embajada de Suecia, que busca formar asociaciones productivas en las tierras de las víctimas que han recibido sentencia de restitución y han decidido regresar al campo. Habla como si el español no fuera su lengua nativa, con ese acento un poco cantado de los pastusos. Ese hombre bajito, de cara aindiada, es el único capaz de reunir a todos los cultivadores viejos en un salón de clase o alrededor de una mata de pimienta. La escena es graciosa. Todos son un poco más mayores que él, pero lo miran como niños. Humberto les habla sobre la importancia de recuperar la selva para conservar el agua. Les explica todo sobre los abonos orgánicos. Les dice que para que su pimienta pueda ser llamada pimienta gourmet, deben bajarle a los residuos químicos y mejorar el proceso del secado y la poscosecha...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR