Plata para sede de Policía en Arauca fue a parar a varios gastos personales - 22 de Mayo de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 904916859

Plata para sede de Policía en Arauca fue a parar a varios gastos personales

Redacción justicia JusticiaET saibui@eltiempo.com‘Alfonso’. Con ese nombre aparecía en la contabilidad de la Unión Temporal G-S una persona que sería el hermano del exgobernador de Arauca Ricardo Alvarado Bestene, procesado por corrupción y quien habría recibido giros de dinero injustificados del presupuesto asignado para construir la sede de la Policía en una de las zonas más complejas de orden público del país. En diciembre de 2015, el Ministerio del Interior y la gobernación de José Facundo Castillo, quien fue reelegido y hoy está preso por corrupción y señalado de tener nexos con el Eln, firmaron un convenio para construir la sede del Gaula de la Policía en Arauca, desde donde se coordinaría la lucha contra el secuestro y la extorsión en esa zona del país. Allí también funcionaría la dirección de inteligencia de la institución. Al año siguiente, luego de asumir en la gobernación de Arauca Ricardo Alvarado Bestene, la licitación por 16.100 millones de pesos fue entregada a la Unión Temporal G-S, representada por el ingeniero José Luis Ruiz Barrios, quien hoy es el secretario de Planeación de Arauquita, Arauca. La Fiscalía señaló que la obra terminó costando 21.600 millones de pesos, es decir, 5.500 millones más de lo presupuestado, y que además la construcción se interrumpió en 11 oportunidades y las instalaciones se entregaron dos años después de lo pactado. Además, según la investigación, una parte del anticipo en realidad no se usó para el desarrollo de la obra y terminó en otros gastos ajenos a la sede policial, que es esencial para la seguridad de la región. Por esos hechos, la Fiscalía les imputó el delito de peculado al entonces representante legal de la unión temporal José Luis Ruiz Barrios y a los interventores Luis Carlos Montilla Melo y Roberto Carlos Valcarcel Sarmiento. Para la Fiscalía, ellos hicieron parte del desvío de 4.318 millones de pesos que fueron a parar en almuerzos, gastos personales, pagos de créditos y tarjetas de crédito que nada tenían que ver con la construcción de la obra. La fiscal señaló que la Unión Temporal tenía doble contabilidad, en la que se registraban las mismas operaciones con diferentes conceptos. En una estaba el valor real de los gastos y en otra, el costo maquillado de los recursos que se iban apropiando. Por esa vía se cometieron irregularidades por más de la mitad de la plata del anticipo de la obra. Esos recursos, según la investigación, se convirtieron en la caja menor de la Unión...

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