Ponencia para primer debate al proyecto de ley 176 de 2001 senado
PONENCIA PARA PRIMER DEBATE AL PROYECTO DE LEY 176 DE 2001 SENADO. por medio de la cual se reconoce la labor académica, pedagógica y cultural del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y se ordenan algunas obras con ocasión de los 350 años de su fundación.
Tengo el honor de rendir ponencia para primer debate al proyecto de ley mencionado, de acuerdo a la designación que me hiciera el señor Presidente de la Comisión Segunda del Senado de la República. Este proyecto fue presentado por los honorables Senadores Antonio Guerra de la Espriella, Samuel Moreno Rojas y Vivianne Morales.
Antecedentes
A continuación me permito plantear algunas consideraciones de tipo histórico que nos permitan recordar tanto el momento de la fundación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario como su permanente presencia en innumerables momentos de la vida nacional desde mediados del siglo XVII hasta el presente.
En 1635 cuando el dominico burgalés Fray Cristóbal de Torres y Motones llegó al Nuevo Reino de Granada para hacerse cargo de su nuevo destino: ceñir la mitra de Arzobispo de Santafé, la certeza del atraso existente en las distintas ramas del saber inspiraron en el prelado la idea de levantar un Colegio Mayor a imagen y semejanza del de Santiago el Zebedeo de Salamanca, llamado vulgarmente ¿del Arzobispo¿, fundado por Alonso de Fonseca Ulloa y Acevedo, creado para impulsar los estudios universitarios y facilitar el ingreso a las aulas de los estudiantes que carecían de recursos económicos.
Los enfrentamientos entre la Universidad Tomística y la Javeriana crearon el clima propicio para que Fray Cristóbal solicitara la autorización real a fin de fundar un establecimiento de estudios superiores libre de conflictos. En la primera mitad de 1645 el proyecto estaba perfectamente concebido: al protocolizarlo, leal a su orden, el prelado pone el Colegio bajo la dirección de sus hermanos de hábito Fray Tomás Navarro, designado Rector, y Fray Juan del Rosado, nombrado vicerrector. En septiembre del mismo año el arzobispo expone su plan en carta al Papa Inocencio XI: bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario y el magisterio de Santo Tomás de Aquino, desea fundar un Colegio que llegue a albergar unos treinta colegiales seglares: diez teólogos que aspiraran al sacerdocio secular, diez canonistas y legistas que se ocuparan del ¿trato político¿ y diez médicos que se consagraran a la ¿conservación de la vida humana¿.
Mientras aguarda el preciado permiso del Monarca, Fray Cristóbal avanza en la construcción y dotación del Colegio. Por escritura pública señala la renta compuesta por la hacienda de San Vicente, cerca del río Fucha; la del Rosario en Bosa y Fontibón; las de Calandaima, en el distrito de Tocaima; el tejar de las Nieves; sus acreencias en la caja arzobispal; las casas y solares para el edificio, su librería y sus enseres personales.
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