Ponencia para primer debate al proyecto de ley 248 de 2010 senado
PONENCIA PARA PRIMER DEBATE AL PROYECTO DE LEY 248 DE 2010 SENADO. por la cual se desarrolla el Acto Legislativo número 02 de 2009 y se establecen medidas y tratamientos administrativos de orden Pedagógico, Profiláctico o Terapéutico para las personas que consuman sustancias estupefacientes o psicotrópicas y se dictan otras disposiciones.
Bogotá, D. C., 13 de mayo de 2010
Honorable Senador
SAMUEL ARRIETA BUELVAS
Presidente
Comisión Primera del Senado de la República
E. S. D.
Ref.: Proyecto de ley número 248 de 2010 Senado, por la cual se desarrolla el Acto Legislativo número 02 de 2009 y se establecen medidas y tratamientos administrativos de orden pedagógico, profiláctico o terapéutico para las personas que consuman sustancias estupefacientes o psicotrópicas y se dictan otras disposiciones.
Señor Presidente:
Dando cumplimiento a la Ley 5ª de 1992, y por encargo que nos hiciera la Mesa Directiva de esta Comisión, procedemos a rendir ponencia para primer debate en primera vuelta al Proyecto de Ley Estatutaria número 248 de 2010 Senado, en los siguientes términos.
Sea lo primero advertir que no nos parece correcto dar trámite de Ley Estatutaria a la propuesta, toda vez que no se trata de legislar sobre el núcleo esencial de algún derecho. Otras normas del ordenamiento jurídico se ocupan del derecho a la salud, en la propuesta presente nos limitamos a regular unas medidas y unos procedimientos para tratar a los adictos que a ellas acepten someterse y de penalizar más fuertemente a los microtraficantes. Consideramos que el Proyecto se debe tramitar como ley ordinaria.
1. JUSTIFICACIÓN DE LA PROPUESTA
Habiendo aprobado el honorable Congreso de la República el Acto Legislativo número 02 de 2009, por el cual se reforma el artículo 49 de la Constitución Política, es su deber construir el marco normativo que desarrolle los contenidos del mismo a efecto de que no quede con una vigencia simplemente formal, sino que cobre vida y en la práctica cotidiana sirva para ayudar a los potenciales consumidores a no caer en la adicción, a los adictos a salir de su esclavitud a la droga y recuperar su salud y a la autoridad a perseguir, enjuiciar y castigar ejemplarmente a los delincuentes que trafican, en pequeña o grande escala, con las sustancias que dañan la salud de buena parte del pueblo.
El Congreso es el único competente para expedir la regulación propuesta, y la ley el instrumento idóneo para desarrollar el mandato constitucional en la materia.
2. NECESIDAD DE LA REGULACIÓN
Parece que se abre a nivel internacional una nueva visión sobre el tratamiento del fenómeno de las sustancias estupefacientes y psicotrópicas, orientada más a la prevención y al tratamiento de la adicción que a la producción y erradicación. Para ilustración de esta ponencia transcribimos el editorial del periódico El Tiempo de 11 de mayo de 2010:
¿Detrás del `jíbaro¿
El presente será un año de cambios profundos en la estrategia colombiana de lucha contra las drogas. Dicha conclusión se desprende de las recientes declaraciones del General Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional y líder del esfuerzo del Gobierno en esa materia. ¿Nos vamos a focalizar en las redes de distribución en Colombia y en los países de la región¿, afirmó en entrevista con este diario.
Durante varias décadas, la política antinarcóticos se ha centrado en la interdicción en las fases de siembra (erradicación y fumigación de cultivos ilícitos), procesamiento (destrucción de laboratorios y `cocinas¿) y transporte (incautación de cargamentos y desmonte de rutas). Así mismo, las autoridades colombianas han desplegado estrategias orientadas a combatir el lavado de activos, la financiación de grupos violentos, el testaferrato, el comercio de precursores químicos y el flujo de los dineros del narconegocio. Todo detrás del objetivo de golpear la oferta de sustancias ilegales, elevar el precio de la droga en los países consumidores y debilitar a los carteles.
Sin embargo, a pesar de los constantes golpes propinados a las estructuras mafiosas, no solo sigue la demanda de cocaína en las calles de los principales mercados mundiales, sino que Colombia dio el paso de país productor de alcaloides a sociedad consumidora. El reconocimiento del general Naranjo, el máximo responsable de la lucha antidrogas, sobre los preocupantes niveles de consumo es un primer paso en la reconfiguración de la estrategia: sin dejar de combatir la oferta, los policías golpearán los canales de distribución de los narcóticos. En otras palabras, se atacará el llamado `microtráfico¿, cuyos tentáculos se extienden a la mayoría de los centros urbanos.
Este cambio de énfasis, al que aún le restan muchos detalles estratégicos, es una buena noticia para los ciudadanos. Recientemente, los carteles desplegaron bandas delictivas en las urbes nacionales para controlar la venta de estupefacientes y otros negocios ilícitos relacionados, como la prostitución y las oficinas de cobro. Es decir, muchos `jíbaros¿ se convirtieron en peones corporativos de las estructuras del narcotráfico.
Esto contribuyó a un aumento notable del consumo y la inseguridad urbana. Según la Secretaría de Salud de Bogotá, 2,85 por ciento de la población capitalina de entre 12 y 65 años es usuaria de tales sustancias y entre este grupo se cuentan más de 25.000 menores, que aspiran cocaína y fuman marihuana. Una encuesta de la Cámara de Comercio confirma que, en el 2009, dos de cada tres bogotanos sintieron que su barrio era inseguro por los atracos y la venta de drogas. Las calles, plazas, parques, escuelas y espacios verdes de muchas ciudades colombianas están hoy bajo la amenaza de pandillas dedicadas al comercio al detal de alucinógenos. Golpear estas redes ayuda también a la reducción de la violencia.
El giro mencionado se sintoniza con la nueva estrategia antinarcóticos que Washington publicará en las próximas semanas. Gil Kerlikowske, zar antidrogas del Gobierno de Barack Obama, adelantó que Estados Unidos se enfocará ahora en disminuir el consumo en sus calles con programas de prevención en las comunidades, intervención temprana en las familias y más recursos para tratamientos y desintoxicación.
Si bien esta nueva política seguramente demandará cambios operativos y de inteligencia en la Policía y en el aparato judicial, el diagnóstico de fondo que la soporta es acertado. Pero, al mismo tiempo, hay que aceptar un hecho ineludible que exige continuidad, pues la realidad muestra que la lucha tradicional también debe seguir, en especial ante las alianzas entre bandas criminales, narcos, nuevos `paras¿ y guerrilleros¿.
Ya se conoce oficialmente el discurso del Presidente Barak Obama sobre el tema anunciado en el editorial.
Queremos igualmente transcribir un informe publicado en el mismo diario el 10 de mayo de 2010 sobre el consumo entre universitarios de la Comunidad Andina de Naciones, que nos presenta como los primeros en esta desgraciada situación, que por cierto se refiere a nuestro más preciado capital humano: los jóvenes universitarios que se están preparando para dirigir el Estado y organizar la Sociedad:
¿Universitarios de Colombia, con mayor consumo de drogas de la región: Informe de la Comunidad Andina
El 27% de los estudiantes colombianos asegura haber fumado marihuana alguna vez.
Según una encuesta realizada entre jóvenes universitarios de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, el 4,6 por ciento de los estudiantes colombianos declararon haber usado drogas de síntesis alguna vez en su vida. Mientras que en Bolivia, Ecuador y Perú la cifra es del 1,6 por ciento.
Cita el informe que en Colombia el 23,4% de los estudiantes declaran conocer a alguien en su universidad que usa algún tipo de esta droga, cifra que baja a 13,3% en Bolivia, 12% en Perú y 10,3% en Ecuador.
Respecto al consumo de marihuana, el 26,7 por ciento de los estudiantes consultados en Colombia aceptó haber consumido alguna vez en la vida. En Bolivia aceptaron el 7,6%, en Perú el 9% y en Ecuador el 11,5%.
El uso de cocaína alguna vez en la vida es declarado por 6,4% de los estudiantes de Colombia, cifra que se reduce a menos de la mitad en los otros tres países: 1,4% en Bolivia y 2,3% en Ecuador y Perú. Para los otros dos indicadores, consumo de último año y último mes, la situación es la misma, pero con cifras menores. Es así como 0,2% de los estudiantes ha consumido cocaína en el último año en Bolivia; 2,5% en Colombia; 0,6% en Ecuador y 0,5% en Perú.
La edad de inicio del consumo de cocaína en universitarios muestra que 50% de los consumidores lo hizo por primera vez a los 18 años o menos (mediana) en Bolivia y Colombia, y dos años más tarde en Ecuador y Perú.
Consultados respecto al consumo del alcohol, más del 90% de los estudiantes de Colombia y Perú, y alrededor de 75% en Bolivia y Ecuador, declararon haber consumido bebidas alcohólicas al menos una vez en la vida. En el último mes, los porcentajes del sí son: 32% de los estudiantes de Bolivia, 38% de Ecuador, 46% de Perú y 60% de Colombia declaran haber consumido en dicho periodo¿.
3. EL SISTEMA DE SALUD Y LA SALUD DE LOS ADICTOS
La exposición de motivos trae una explicación del contenido del proyecto que por compartir integralmente nos permitimos transcribir:
¿La accesibilidad a la salud hace referencia a la posibilidad que tiene la persona de obtener la prestación de los servicios de salud dentro del territorio nacional sin discriminación de ninguna índole, sin limitaciones económicas y sin obstaculización de la información. En todo momento y circunstancia todas las personas deben tener acceso físico, social y económico a servicios adecuados de prevención, atención y rehabilitación; disponibilidad de exámenes y medicamentos necesarios para el diagnóstico, el tratamiento y terapia adecuada.
La necesidad de la intervención urgente del Estado se refleja en las cifras de consumo interno, la disponibilidad y el acceso a las sustancias presentadas en distintos estudios.
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