Ponencia para primer debate al proyecto de ley 136 de 2000 senado 216 de 2001 cámara
PONENCIA PARA PRIMER DEBATE AL PROYECTO DE LEY 136 DE 2000 SENADO, 216 DE 2001 CÁMARApor la cual se honra la memoria y obra política del ilustre colombiano.
Honorables Representantes:
Quienes representamos los intereses de nuestros conciudadanos desde el Congreso, entendemos la importancia de contar con una memoria nacional que honre a los líderes que han forjado el destino de la Patria. Fortalecer esa memoria histórica, es el propósito de este proyecto.
En una época en la que se reclama el fortalecimiento de los partidos políticos, y la definición de principios claros, que permitan que la democracia se desarrolle a partir de ideas y de valores inmutables, resulta necesario resaltar la memoria de ilustres colombianos que como el doctor Augusto Ramírez Moreno, hicieron de su actuar en la vida pública un modelo de pulcritud, responsabilidad y amor por la patria.
Augusto Ramírez Moreno nació el 23 de noviembre de 1900 en Medellín; hijo de don Enrique Ramírez Gómez, un ilustre jurista de la tierra antioqueña. A los seis años se radicó con su familia en Ibagué. En esa ciudad, a la que años después llamó ¿señorial y británica¿ gravó en su mente la escena de la riña de un gallo de pelea con un gavilán, que dio origen al que sería uno de los principios de su vida: ¿Puesto que es preciso morir, seamos valientes¿.
En 1909, con ocasión del nombramiento de don Enrique Ramírez como Magistrado, la familia se trasladó a Manizales y dos años después se radicaron en Bogotá. Era la época en que la capital surgía como centro literario en la que los poetas se reunían en asociaciones y tertulias, muchas de las cuales fue su gesto, entre las que merece mencionarse ¿La Gruta Simbólica¿.
Augusto Ramírez Moreno perteneció, años después, a la ¿Sociedad Menéndez y Pelayo¿ y a la ¿Sociedad Rubén Darío¿ donde conoció a sus primeros compañeros de lucha. Así se formó el grupo conocido popularmente como ¿Los niños precoces¿, del que hicieron parte además, Nicolás Llinás Vega, Germán Arciniegas, Hernando de la Calle y Primitivo Crespo.
Posteriormente, en las célebres tertulias en el ¿Café Windsor¿ conoció a quienes fueron sus compañeros de lucha durante muchos años: ¿Los Leopardos¿. A finales de los años veinte, irrumpieron con este nombre en la vida pública colombiana, Silvio Villegas, Eliseo Arango, Augusto Ramírez Moreno, y José Camacho Carreño.
Sobre las razones que dieron lugar a la aparición de Los Leopardos, el santandereano José Camacho Carreño, se expreso así...
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