Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 271 de 2006 senado
PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY 271 DE 2006 SENADO. TEXTO DEFINITIVO Y TEXTO DEFINITIVO APROBADO EN PRIMER DEBATE COMISION SEGUNDA CONSTITUCIONAL PERMANENTE, por medio de la cual se aprueba el ¿Protocolo modificatorio del Convenio Constitutivo de la Corporación Andina de Fomento¿, suscrito en la ciudad de Caracas, el 24 de octubre de 2005.
En cumplimiento del encargo que nos hiciera la Mesa Directiva de la Comisión Segunda del Senado de la República, rendimos ponencia para segundo debate al Proyecto de ley número 271 de 2006 Senado, por medio de la cual se aprueba el ¿Protocolo Modificatorio del Convenio Constitutivo de la Corporación Andina de Fomento¿, suscrito en la ciudad de Caracas, el 24 de octubre de 2005.
La iniciativa que daría origen a la Corporación Andina de Fomento, con la aspiración de crear un organismo financiero que impulsara y fomentara la integración de la región andina, comenzó a concretarse en 1966, tras la histórica firma de la Declaración de Bogotá en la que estuvieron presentes sus forjadores, los Presidentes Carlos Lleras Restrepo de Colombia y Eduardo Freí Montalvo de Chile, además del entonces presidente de Venezuela, Raúl Leoni y los representantes personales de los primeros mandatarios de Ecuador y Perú. El gobierno de Bolivia se adhiere posteriormente en 1967.
Las políticas de financiamiento e inversión de proyectos y los lineamientos estratégicos que han sostenido la CAF a lo largo de 35 años, le han permitido ampliar sus campos de acción y consolidarse no sólo como el brazo financiero del proceso de integración andina, sino como una pieza clave para el desarrollo de sus países accionistas.
La decisión de abrir su capital accionario a otros socios de América Latina y el Caribe a inicios de la década de los noventa, fue un hecho relevante que permitió expandir la vocación integracionista de la CAF y su base operativa más allá de la región andina. Actualmente, además de los cinco países de la comunidad andina, cuenta entre sus accionistas a Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, España, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Trinidad & Tobago y Uruguay, así como 16 bancos privados de la región.
También a comienzos de esta década los países de la región estaban efectuando importantes cambios estructurales hacia un modelo de apertura económica, en un marco de gobernabilidad y fortalecimiento democrático. Al mismo tiempo, las iniciativas en materia de integración cobraban un dinamismo nunca antes experimentado, en el contexto de un proceso de globalización que se fue intensificando a lo largo de la década de los noventa. Las dos, y ya casi tres administraciones de la Corporación en cabeza del distinguido economista Boliviano Enrique García ha reconocido la importancia de adaptar a la Corporación a los cambios continuos que exige su entorno, lo que condujo a redefinir la misión de la CAF sobre dos pilares fundamentales: el desarrollo sostenible y la integración regional.
A su vez, esto ha implicado la necesidad de adoptar medidas de reorganización institucional con el fin de optimizar los procesos, adecuar el recurso humano a las exigencias del entorno y desarrollar sus ventajas competitivas para maximizar el valor agregado que ofrece a sus clientes en el marco del proceso de globalización que exige cada vez más, la capacidad de adaptación continua al cambio.
El Acuerdo de Cartagena, suscrito en mayo de 1969 ¿un año después del Convenio Constitutivo de la CAF¿, estableció el marco político del grupo subregional andino y propuso la adopción de un modelo conjunto de desarrollo económico, social y comercial entre países que representaban características similares y que buscaban obtener los beneficios que en el esquema de integración regional de la época (ALALC) estaban generalmente reservados a las naciones más grandes. Para este fin, incorporó instrumentos relativos a la adopción de estrategias comunes para el desarrollo industrial, energético, agropecuario, así como de investigación y transferencia tecnológica, inversión de capitales, construcción de infraestructura física y tráfico de personas, entre otros.
La CAF comenzó a operar con un capital suscrito de US$25 millones, pagaderos en cinco años, y un capital autorizado de US$100 millones. Al cierre de 30 de junio de 2002, este...
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