Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 77 de 2006 senado - 2 de Marzo de 2007 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451455710

Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 77 de 2006 senado

PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY 77 DE 2006 SENADO. TEXTO PARA SEGUNDO DEBATE Y TEXTO DEFINITIVO, por medio de la cual se crean incentivos para la permanencia de los educandos en el proceso de formación educativa.

Por instrucciones de la mesa Directiva de la Comisión Sexta Constitucional Permanente de Senado me permito rendir ponencia para segundo debate al Proyecto de ley número 77 de 2006 Senado, por medio de la cual se crean incentivos para la permanencia de los educandos en el proceso de formación educativa.

Exposicion de Motivos

El camino de la sabiduría, al igual que el camino de la comprensión, la preocupación y la responsabilidad por las consecuencias de nuestras acciones en los mundos que los seres humanos ponemos de manifiesto y vivimos, deben ser cultivados en especial si es que han de tener alguna presencia en nuestra vida diaria.

Francisco Maturana

Consideraciones Preliminares

La educación, aquel derecho esencial y por conexidad un derecho fundamental, se constituye en un factor fundamental de crecimiento y desarrollo económico y social. No hay indicador más fehaciente de la calidad de vida y del talante del modo de producción de una determinada sociedad que la cobertura y la calidad de la educación de sus niños y jóvenes. Por ello, una educación de calidad para todos es un imperativo de toda sociedad basada en el desarrollo humano, en tanto los procesos que origina se autoproducen y autoorganizan, en tanto los efectos producen causas y las causas producen efectos y estos efectos determinan finalmente el curso de la historia en la resolución de preguntas de nuestra sociedad, tales como: ¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos?, ¿Dónde estamos?, y ¿A dónde vamos?

Infortunadamente, en Colombia la educación no promueve eficazmente la movilidad social y crecimiento económico, así como no propende por un desarrollo a escala humana. Al contrario, en nuestro país la educación refleja en modo claro las inequidades sociales, existiendo una `brecha educativa¿, un desequilibrio social, resultado de un asimétrico acceso de los educandos a una educación de calidad. Las brechas que dividen a la sociedad se manifiestan en grietas que dividen a los colombianos entre aquellos que pueden acceder a una educación de calidad y aquellos que no. Resultado de ello, una educación que refleja las inequidades sociales y cuyos indicadores son más negativos, conforme nos enfocamos en los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

Uno de estos indicadores ¿uno de fundamental importancia porque manifiesta la presencia real de los educandos en el sistema educativo¿ es el de permanencia en la institución o deserción escolar. Junto a la calidad de la educación, la deserción manifiesta las inequidades sociales, dado que especialmente las familias con menor capacidad de poder adquisitivo padecen de una deficiente educación y de elevados niveles de deserción estudiantil.

La deserción escolar refleja una cantidad de problemas sociales cuya solución pasa por un replanteamiento total del modelo de gestión social imperante. Es innegable que el modelo neoliberal, hegemónico en la administración pública en nuestro país, afecta de modo directo los indicadores sociales que inciden en la calidad de la educación y en la deserción estudiantil.

Colegios y universidades han sido permeados por el llamado `pensamiento único¿ abandonando así su misión de formación cultural, social y humana, y de inculcación de una idea de cultura nacional. La educación comienza a insertarse en las redes transnacionales de flujos de capital. Tratados bilaterales y multilaterales de libre comercio hacen de la educación una mercancía más que cruza fronteras y se deslinda de los propósitos formativos de la ciudadanía nacional. La reciente publicación del profesor Alfonso Borrero Cabal para la Unesco1, revela el sentido de este movimiento hacia la mercantilización de la educación y la colonización del mundo de la vida. Borrero Cabal se centra en la figura del administrador, más que en el profesor, como la figura central de la educación hoy, y figura la tarea educativa como guiada por criterios de eficiencia en todos los aspectos de su funcionamiento.

Así, el discurso de la excelencia reemplaza al de la formación, transformando el sentido y el propósito de la educación, tal y como fue entendida en la modernidad es decir, aliada al propósito de la formación de sujetos nacionales, esto es, ciudadanos responsables. De esta forma, asistimos al fin de la educación como una conversación entre una comunidad, más que como una simple acumulación de datos y hechos, al fin de la idea de cultura como legitimadora del sistema educativo, y al fin de la función crítica y social de la educación. La gran narrativa de la educación, centrada en la formación de un sujeto (el ciudadano de la nación) cede ante la narrativa de la educación corporativa que responde únicamente a los criterios corporativos de sostenibilidad financiera y eficiencia.

Poco a poco, el colegio se hace análogo a...

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