Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 157 de 2007 senado - 15 de Mayo de 2008 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451462126

Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 157 de 2007 senado

PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY 157 DE 2007 SENADO. por la cual se crea el Estatuto de las Víctimas de Crímenes y Actos Violentos en el Marco del Conflicto Colombiano

Doctora

NANCY PATRICIA GUTIERREZ

Presidenta Senado de la República

Ciudad

Respetada señora Presidenta:

En cumplimiento a la Ley 5ª de 1992, y por encargo que nos hiciera la Mesa Directiva de la Comisión Primera del Senado de la República, nos permitimos rendir ponencia para segundo debate en la Plenaria del Senado de la República al Proyecto de ley número 157 de 2007 Senado, por la cual se crea el Estatuto de las Víctimas de Crímenes y Actos Violentos en el Marco del Conflicto Colombiano, en los siguientes términos:

I. ANTECEDENTES

En diciembre pasado la Comisión Primera en honor a las víctimas aprobó en primer debate la presente iniciativa, luego de realizarse una audiencia pública.

Este proyecto fue presentado por la bancada del Partido Liberal Colombiano, y sus ponentes hacen parte de los diferentes partidos y movimientos políticos que conforman la Comisión Primera del Sendo de la República.

II. OBJETIVO DEL PROYECTO

Con esta ley, anhelamos construir una política de Estado para las víctimas. Es así como esperamos forjar un consenso político para aprobar todos los sectores representados en el Congreso de la República una Ley de Víctimas que sirva de ejemplo para el mundo democrático, una ley de la cual nos podamos sentir orgullosos ante la comunidad internacional y que contribuya a hacer justicia con los millones de víctimas del conflicto armado colombiano. Es necesario soñar con un país y una sociedad en el que nuestras víctimas sean lo más importante. Hasta ahora, tristemente, los importantes han sido sus victimarios.

III.CONSIDERACIONES SOBRE EL PROYECTO DE LEY

El 24 de julio de este año la Plenaria del Senado de la República en asocio con la Fundación Víctimas Visibles realizó una jornada de solidaridad con las víctimas del conflicto colombiano. Se escucharon testimonios de diferentes tragedias, masacres, asesinatos selectivos, secuestros, desplazamientos forzados, toma de poblaciones para ataques a la Fuerza Pública. Actos contra la población civil, contra funcionarios públicos, contra organizaciones civiles, contra comunidades indígenas y afrocolombianas, afectando la vida, la dignidad, la honra, los bienes privados y públicos, actos cruentos, que desde hace más de 40 años vienen afectando a nuestra sociedad. Experiencias personales, sobre el dolor de las víctimas y sobre sus necesidades, sus anhelos. Dándole la cara a la tragedia de cada una de las víctimas de este país, dejando de ser números en una estadística.

Historias[1][1] como la de Lisina Collazos quien vio ser asesinado a su esposo en la masacre del Alto Naya y quien ha tenido que eliminar de la mente de su hijo la idea de una venganza; o como Felipe Lozada quien vivió en cautiverio durante tres años junto a su hermano y su madre, y quien fue liberado con su hermano después de que su padre negociara su libertad, para después ser asesinado antes de lograr la de su esposa; o como el testimonio de María Cecilia, quien presenció la muerte por incineración de su esposo e hijos en Machuca, y quien también sufrió quemaduras en su cuerpo; de Leiner Palacios víctima del ataque a Bojayá.

En los últimos años hemos visto cómo se le brinda a los victimarios un papel más importante que a las víctimas. Los ha escuchado el Congreso de la República con masiva asistencia; participaron con sus propuestas en la redacción de la Ley de Justicia y Paz; los medios de comunicación les han dado mayor trascendencia a sus actividades, a lo que tienen que decir, y la misma sociedad civil conoce en los mínimos detalles su vida, sus nombres, sus actos crueles y bárbaros. Por el contrario, a las víctimas se les ha relegado a un segundo plano, el país y la sociedad los ha apartado, siendo víctimas una y otra vez por la indolencia, por la indiferencia, sus historias son desconocidas.

Según el doctor Ismael Roldan Valencia[2][2] , en su trabajo sobre la violencia, ¿La Voz de las Víctimas¿[3][3], el conflicto armado se remonta a comienzos de los 60 y desde sus comienzos las víctimas de hechos de violencia han tenido escasa presencia pública y muy poca incidencia en las decisiones políticas para resolver el conflicto. En su estudio, el cual hemos tenido en cuenta para determinar el marco de aplicación de esta ley, caracterizó a las víctimas de acuerdo al tipo de agresión:

i) Por la guerra sucia, aquellos civiles que no son combatientes, pero son objeto de ataques indiscriminados como bombardeos, explosiones, ametrallamientos, incendios y masacres, y que con frecuencia son amenazados para abandonar sus asentamientos habituales;

ii) El desplazamiento forzado;

iii) Por daños colaterales y terrorismo,civiles que sufren daños en su integridad y bienes por cercanía a las zonas de conflicto, como en los casos de toma de población para atacar puestos de Policía, y

iv) Afectados por el secuestro,ya sea como toma de rehenes o como amenaza para obtener beneficios económicos por su rescate. Estas características nos demuestran la multiplicidad de afectados que el conflicto armado ha dejado a lo largo del tiempo, y que debemos tomar decisiones para su respectiva protección y asistencia de manera general, sin ningún tipo de exclusión.

El doctor Roldan estudió el tratamiento que al conflicto armado han hecho los gobiernos durante los últimos 25 años, siendo una prioridad los aspectos procedimentales de negociación y privilegio a los víctimarios con indultos y amnistías, resaltó la poca atención a las víctimas, la ausencia de su reconocimiento, y cómo es necesario precisar instrumentos para conocer la verdad, ya que por ausencia de esta es imposible que opere la sanción moral contra los victimarios, que a su vez sería una reparación moral que representa el respeto de la dignidad de las víctimas. La verdad constituye la elaboración del duelo, esto es, cuando los dolientes y la sociedad pueden elaborar, comprender y vivenciar lo sufrido, ya que no basta la memoria pues se necesita la reflexión para que la historia no se repita.

Situación de los Derechos Humanos en colombia

El informe de la Oficina deAlta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de los Derechos Humanos en Colombia[4][4], donde se describe el panorama del país, los principales hechos que acaecieron durante el 2006, la evolución del conflicto armado y la política de paz, en cuanto a la situación de los derechos civiles y políticos, señala que a pesar de los esfuerzos del Gobierno colombiano, la administración de justicia y demás órganos encargados de la vigilancia de los Derechos Humanos, se denotan aún debilidades frente al tema de la impunidad por violación de Derechos Humanos, como a la vida, la integridad, la libertad, la seguridad, el debido proceso y las garantías judiciales afectando a miembros de comunidades afrocolombianas, indígenas, campesinos, mujeres, niños y niñas, líderes sociales, defensores de Derechos Humanos, sindicalistas, periodistas y personas desplazadas, para lo cual consideran necesario fijar mediante una ley todas las disposiciones relativas a la asistencia y protección de las víctimas de la violencia.

El informe también incluye violación al Derecho Internacional Humanitario respecto a ataques por parte de miembros de grupos armados al margen de la ley, como guerrilleros, paramilitares y nuevos grupos armados ilegales, así como de miembros de la Fuerza Pública, y sobre todo el alto nivel de impunidad.

Respecto a los derechos civiles y políticos, señalan que el derecho a la vida se vio afectado por la persistencia de homicidios con características de ejecución extrajudicial atribuidos a miembros de la Fuerza Pública, en especial el Ejército, con las mismas características: presentación de víctimas civiles como muertas en combate, alteración de la escena del crimen por los autores y la investigación de los mismos por parte de la justicia militar. De igual manera recibieron quejas respecto a ejecuciones extrajudiciales por parte de miembros de grupos paramilitares antes de su desmovilización violando el cese de hostilidades.

En cuanto a la situación del Derecho Internacional Humanitario, manifiestan que el conflicto armado sigue afectando a la población civil, en especial a los niños, niñas, mujeres, campesinos, comunidades indígenas y afrocolombianas, ya que los grupos armados ilegales violan las normas y principios humanitarios. En especial, estas comunidades han sido afectadas en su identidad cultural, en la integridad de sus territorios y la permanencia de sus formas de organización. Homicidios, amenazas y estigmatizaciones por parte de los alzados en armas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y señalamientos por parte de la Fuerza Pública.

Señalan que el conflicto siguió produciendo desplazamiento forzado y aislamiento de comunidades, y que se registró un incremento de homicidios a sindicalistas en el 2006 respecto al año anterior.

Los grupos guerrilleros ELN y las Farc-EP han continuado con la violación del Derecho Internacional Humanitario. Se registraron continuos enfrentamientos de las guerrillas produciendo a lo largo del territorio nacional desplazamientos de...

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