Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 234 de 2010 senado - 2 de Junio de 2010 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451470862

Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 234 de 2010 senado

PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY 234 DE 2010 SENADO. por medio de la cual se aprueba la ¿Convención sobre Municiones en Racimo¿, hecha en Dublín el 30 de mayo de 2008

Bogotá D. C., 19 de mayo de 2010

Doctor

JAVIER CÁCERES LEAL

Presidente

Senado de la República

Ciudad

Respetado doctor:

En cumplimiento del encargo hecho por la Mesa Directiva de la Comisión Segunda del Senado de la República y con fundamento en los artículos 150, 153 y 156 de la Ley 5ª de 1992, me permito rendir ponencia para segundo debate al Proyecto de ley número 234 de 2010 Senado, por medio de la cual se aprueba la ¿Convención sobre Municiones en Racimo¿, hecha en Dublín el 30 de mayo de 2008, me permito presentar las siguientes consideraciones, con el objetivo de rendir ponencia.

OBJETO DEL PROYECTO

Esta iniciativa es autoría del Ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján y el Ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez Merizalde, y tiene por objeto la ratificación de la Convención sobre Municiones en Racimo, hecha en Dublín el 30 de mayo de 2008, como un instrumento de suma importancia por cuanto prohíbe todas las municiones en racimo y compromete a los Estados a limpiar las zonas contaminadas y a destruir sus reservas de esas armas. Además, de contener una serie de disposiciones relativas a la asistencia a las víctimas muy importante en este caso.

Lo anterior debido a que las municiones de racimo han matado y herido a decenas de miles de civiles inocentes desde que fueron utilizadas por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en problema persistente desde hace décadas para la humanidad.

Aunque, en la práctica, sólo un número limitado de países ha utilizado estas municiones, 75 países en todo el mundo, disponen de estas armas en sus existencias. Aun si sólo un pequeño porcentaje de estas municiones se utilizara o se transfiriera a otros países o grupos no estatales, las consecuencias superarían con creces las de las minas antipersonal. Desafortunadamente, las innovaciones tecnológicas que se han aplicado a estas municiones no han solucionado el problema. Es poco probable que una mejora tecnológica por sí sola pueda resolver los problemas de índole humanitario que estas armas plantean.

En América y el Caribe, Brasil y Estados Unidos son países productores de municiones en racimo. Argentina y Chile han renunciado a su producción futura. Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos y Perú poseen arsenales de municiones en racimo. Argentina, Canadá y Honduras han destruido los suyos o están en proceso de hacerlo. Brasil, Chile y Estados Unidos, han exportado municiones en racimo.

Se sabe que 34 países en todo el mundo han producido un total de 210 diferentes tipos de municiones en racimo de lanzamiento aéreo y terrestre, incluyendo proyectiles, bombas, cohetes, misiles y contenedores. Los arsenales de municiones y racimos existentes contienen millones de submuniciones individuales. Al menos 77 países poseen arsenales de municiones en racimo que han sido empleadas en, por lo menos, 30 países y territorios en disputa. De acuerdo a la información disponible, al menos 13 países han transferido más de 50 tipos de municiones en racimo a por lo menos otros 60 países.

QUÉ SON LAS MUNICIONES EN RACIMO

Las municiones en racimo son armas lanzadas desde un avión, con artillería o con misiles, que constan de un contenedor que se abre en el aire y dispersa submuniciones explosivas o bombetas sobre una amplia área.

Algunos modelos pueden contener y liberar más de 600 submuniciones que están diseñadas para estallar al impactar contra el suelo pero se ha demostrado que un alto porcentaje de estas armas no explotan como se tenía previsto.

El índice de error de las submuniciones varía en función del diseño y de las circunstancias de uso ya que, aunque están concebidas para explotar contra blancos duros como los vehículos acorazados, los tanques o las pistas de aterrizaje, es frecuente que caigan sobre arena, barro, vegetación o nieve que son elementos demasiado blandos para activar el mecanismo de detonación.

Fuentes fidedignas estiman que el índice de error de estas armas en conflictos recientes varía entre el 10% y el 40% y por su potencia, estas armas ponen gravemente en riesgo a la población civil y contaminando las áreas de terreno que han sido bombardeadas, por lo que constituyen una seria amenaza para los civiles desplazados que regresan a sus hogares, entorpecen las labores de socorro y reconstrucción y hace que actividades de subsistencia como la agricultura, sean peligrosas, años, o incluso décadas después del conflicto.

Las municiones en racimo se usaron por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial y gran parte de las municiones almacenadas actualmente en las existencias se diseñó para el contexto de la Guerra Fría. Su principal objetivo era destruir objetivos militares múltiples, situados en una extensa área, por ejemplo tanques y unidades de infantería y matar o herir a los combatientes.

ANTECEDENTES DE USO DE MUNICIÓN EN RACIMO EN EL MUNDO

La Organización No Gubernamental Handicap Internacional realiza una cronología del uso histórico de la munición en racimo en los conflictos internacionales:

1942:

Las fuerzas de la Unión Soviética comienzan a lanzar municiones en racimo contra los tanques alemanes.

1943:

Aviones de la Luftwaffe arrojan cerca de un millar de ¿bombas mariposa¿ en un ataque contra la ciudad portuaria de Grimsby (Reino Unido).

Años 60 y 70:

Fuerzas estadounidenses realizan un uso intensivo de munición en racimo en campañas de bombardeo sobre Camboya, Laos y Vietnam. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) estima que sólo en Laos hay aún entre nueve y 27 millones de bombas sin detonar, y que al menos 11.000 personas han muerto o han resultado heridas desde el inicio de los ataques, un 30 por ciento de ellos niños. Otra estimación, basada en cifras militares estadounidenses, indica que al menos 87.000 bombas en racimo fueron arrojadas sólo en Camboya en 9.500 incursiones...

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