Los problemas de concebir un hijo en vientre ajeno - 3 de Octubre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 537644998

Los problemas de concebir un hijo en vientre ajeno

Zulma Sierra Para EL TIEMPO Barcelona (España). Tras 18 horas de trabajo de parto en un hospital de Los Ángeles, los españoles Jordi Salinas y Josep Vidal pudieron abrazar a Marina, su recién nacida. Este hecho, que marcó para siempre sus vidas, ocurrió en septiembre del 2011, pero la historia se remonta al 2009, cuando los dos hombres decidieron ser padres mediante una gestación subrogada. El procedimiento, conocido popularmente como ‘vientre de alquiler’, consiste en que una mujer asume el embarazo de un bebé que, una vez nacido, se entrega a una pareja que, en la mayoría de casos, ha pagado todos los costos, desde el momento de la inseminación hasta el alumbramiento. La chilena Carla Alejandra Vidal Avilés y su marido, el español Ramón Spa Carvajal, también son padres por gestación subrogada, y también lo lograron en Estados Unidos. El pequeño Ramón, que llegó al mundo en abril del 2012, ahora vive en la población catalana de Mataró. Marina y Ramón entraron a España con actas de nacimiento donde figuran como hijos legales de sus respectivos padres pero desde febrero hasta julio pasado ellos y muchos niños vivieron en un verdadero limbo legal, porque los consulados españoles no inscribían a bebés nacidos por subrogación. La orden venía desde el Tribunal Supremo, que consideraba que se estaba violando la Ley de Reproducción Asistida de 2006, en la que figura como “nulo” cualquier contrato que se establezca con una madre gestante. Queda claro que la subrogación no es legal en España pero sí lo es en Estados Unidos, donde está regulada desde hace 30 años y se calcula que nacen unos 2.000 niños al año por este procedimiento. Según datos de la asociación Son Nuestros Hijos, 800 parejas españolas (tanto gays como heterosexuales) viajaron en el último año a Estados Unidos para hacer una subrogación, pero hasta hace muy poco la legislación española se negaba a reconocerles a sus hijos, a menos que la gestante renunciara a la filiación y a la patria potestad, y los padres iniciaran una adopción. “La cuestión es que en Estados Unidos esta renuncia ya se da en el sexto mes de embarazo y queda ratificada en una sentencia judicial que nos da la filiación a los padres. Cuando llegamos al hospital, este tema lo tenían súper controlado y figuramos desde el principio como padres legítimos”, recuerdan Carla y Ramón. Gracias a la evidencia de testimonios como este y a la presión mediática de Son Nuestros Hijos, que recogió 80.000 firmas, el Ministerio de...

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