Prólogo
Autor | Manuel José Cepeda Espinosa/Eduardo Montealegre Lynett |
Cargo del Autor | Directores del proyecto |
Páginas | 5-16 |
PR Ó L O G O
E L C O N S T I T U C I O N A L I S M O C O L O M B I A N O :
E N T R E L A R E S T R I C C I Ó N Y L A E M A N C I PA C I Ó N
Después de tres lustros de vigencia, la Constitución adoptada en 1991 se ha
consolidado institucionalmente y arraigado en el pueblo. En lo institucional,
el Estado colombiano se ha ido acoplando en forma gradual a las nuevas
reglas de juego, es decir, a un novedoso marco de restricciones; sin embargo,
todavía falta un largo camino por recorrer en la construcción legal y
administrativa de diseños adecuados a los valores que inspiraron la Carta y
capaces de asumir los desafíos de gobernabilidad. El objetivo es alcanzar la
materialización del Estado social de derecho, la plena realización del
pluralismo, la eficacia de la participación ciudadana y el goce efectivo de la
dignidad humana. En lo que respecta al arraigo popular, la Constitución ha
sido objeto de un proceso acelerado de apropiación por parte de la sociedad
civil, goza del creciente afecto de la mayoría de los colombianos y ha
cumplido cada vez con mayor impacto una función de “empoderamiento” de
grupos vulnerables y de personas que se han sentido expuestas a la
arbitrariedad de quien se encuentra en una situación de poder frente a ellas.
En la implementación del régimen de límites institucionales, así como en
la proyección social de la Carta de 1991, la Corte Constitucional y la acción
de tutela han obrado conjuntamente de manera armónica y han logrado tener
una incidencia transformadora de indiscutida trascendencia. Sin embargo, en
este proceso encaminado a superar la brecha entre las promesas
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