‘Prometieron lo habido y por haber y no se ha visto nada’ - 20 de Noviembre de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 587618086

‘Prometieron lo habido y por haber y no se ha visto nada’

Las Mercedes (Chocó). La pobreza sigue intacta. No ha disminuido un ápice. El aspecto del caserío, a orillas del Atrato, es tan miserable como lo conoció el país el 17 de noviembre de 2014, cuando el secuestro del general Rubén Darío Alzate lo llevó al primer plano de la actualidad. Solo hay un cambio y no es obra del Estado. Se trata de una bonita edificación de madera, de dos alturas, sede de la Casa Comunitaria. La construyeron en tan solo dos meses los propios habitantes y compraron los materiales con 250 millones de pesos. Sacaron el dinero de los porcentajes que recibe la comunidad por dejar explotar a unos empresarios paisas las dos minas de oro que poseen entre todos. Los gobiernos nacional, departamental y municipal prometieron entonces reconstruir el caído centro de salud, realizar mejoras en la escuela, levantar un muro de contención del Atrato y completar el proyecto de energía que era la razón del comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán para visitar el corregimiento. Pero, hasta la fecha, no han puesto el primer ladrillo. “Prometieron lo habido y por haber y no se ha visto absolutamente nada. Ahora estamos tal cual que cuando cogieron al general”, afirma Cirilo Román, un paisano que se encontraba en Las Mercedes el día que las Farc secuestraron al oficial y el proceso de paz quedó en suspenso. “En verdad estamos hasta peor porque nos estigmatizaron”. Tanto es así que algunos nativos optan por ocultar su procedencia cuando suben a Quibdó. “¿Viene del pueblo del general? ¿Del pueblo de la guerrilla?”, suelen preguntarles. Y, durante los primeros meses, las pangas que surcan el Atrato detenían su marcha unos instantes para que los pasajeros tomaran fotos. Al diminuto corregimiento se tarda solo 15 minutos desde Quibdó en una panga grande con motor de 200 caballos, y algo más del doble en las estrechas canoas que te llevan por seis mil pesos. Es un recorrido entre selva espesa, por territorio que controla alias Chovarro, el cabecilla más conocido y temido en una zona que controla el frente 34 de las Farc. La cabecera es una línea de casuchas de madera levantadas sobre pilotes, idéntica a tantas otras que se divisan a lo largo del Atrato. En algunas habitan hasta tres familias numerosas, en las que son frecuentes los embarazos de adolescentes. Hace años se encontraban metros más adelante, pero el río se fue comiendo la tierra y debieron moverlas hacia la selva. De ahí que en una visita que Juan Manuel Santos hizo a Quibdó...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR