Propuesta completa
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P
Sin el cultivo de la estridencia, hay que poner en tela de juicio,
(1927-1995), la s
relaciones entre el sistema penitenciario y la realidad circundante.
De tiempo en tiempo, se vuelven a oír voces que insisten en tender
en realidad: abrir las rejas de la cárcel hacia la sociedad exterior y que
esta no cierre sus puertas, –si es que algún d ía las ha tenido abiertas–,
Alessandro (1933-2002) lo intentó cuando presentó
su ponencia «Por un concepto crítico de “reintegración social” del
Lima, septiembre de 1990. propuso desa rrollar un programa
requiere la apertura de un proceso de comunicación e integración
entre la cárcel y la sociedad, en el que los ciudadanos recluidos en la
cárcel se reconozcan en la sociedad externa y la sociedad externa se
reconozca
aunque se tracen las líneas maestras del proceso de comunicación e
integración entre la cárcel y la sociedad externa, su presentación no
se circunscribe, obviamente, a un puro esquema lineal de las cosas.
La doble exigencia del reconocimiento es, asimismo, un compromiso
que demanda la existencia, previa y a ambos lados, de personas que
hayan pasado por el tamiz de una conciencia social distinta. No se
trata de arrestos de grandilocuencia, de los cuales estoy muy lejos,
pero sí de palabras conclusivas, surgidas al calor de la lectura de
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