Providencia de Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal nº 14862 del 16-07-2002 - Jurisprudencia - VLEX 878301036

Providencia de Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal nº 14862 del 16-07-2002

Fecha16 Julio 2002
Número de expediente14862
EmisorSala de Casación Penal
Tipo de procesoCASACIÓN
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Proceso No 14862

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACION PENAL

Aprobado acta No. 76, julio 12/02

Magistrado Ponente:

Dr. JORGE E. CORDOBA POVEDA

Bogotá D. C., dieciséis de julio de dos mil dos.

Resuelve la Corte el recurso extraordinario de casación interpuesto contra la sentencia anticipada de 24 de febrero de 1998, mediante la cual el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali condenó al procesado J.A.R.G. a la pena principal privativa de la libertad de 22 años y 6 meses de prisión, como autor responsable de los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.

Hechos y actuación procesal.

El 25 de noviembre de 1996, en la residencia ubicada en la calle 56 No.11 A- 128 de la ciudad de Cali, siendo aproximadamente las 5:45 de la tarde, J.A.R.G. disparó un arma de fuego contra su esposa A.G.V., después de que esta última le reclamara por el manejo que le estaba dando a las relaciones con la hija menor del matrimonio J.R.G., causándole una herida en la región bucal, y otra en la región clavicular derecha, que determinaron su muerte (fls.2-4, 8-10, 98-99, 102-109, 112, 124-130/1).

La investigación estableció que la señora A.G.V. había decidido dejar a su esposo hacía cuatro meses debido a problemas conyugales, para irse a vivir con sus hermanas, y que a raíz de esta separación los enfrentamientos entre ellos se hicieron más frecuentes porque J.A. no aceptaba la idea de estar separado de su esposa, llegando inclusive a amenazarla de muerte si no regresaba a su lado. Se determinó, así mismo, que la señora de R. continuaba colaborando en la atención y manejo de los negocios familiares, y que aunque no le gustaba ingresar a la residencia, ese día lo hizo para darle instrucciones a una empleada del servicio que había llegado, y hablar con su hija J.. Después pasó a la habitación de su esposo, donde se suscitó la discusión que terminó con su muerte.

En declaración bajo juramento, la menor J.R.G. (16 años de edad), única testigo de los hechos, relató lo ocurrido de la siguiente manera: “El lunes cuando salí del colegio llegué a la casa como a las dos de la tarde y vi a mi papá acostado en la pieza de él y como él llevaba como quince días que no me hablaba pues no lo saludé y llegué y me acosté. Mi mamá estaba en la oficina o sea abajo ya que queda en el mismo sitio y la saludé y la noté muy triste y muy rara, entonces me subí y le dije que más tarde hablábamos. Cuando a las cinco y media cerraron el negocio, por el ruido me desperté y mi mamá subió con una muchacha que iba a llevar de empleada y hasta me regañó porque yo no había bajado ya que ella no subía a la casa lo que hace que se había ido porque él la mantenía amenazando que la iba a matar. Ella me preguntó que cómo seguían las relaciones con él o sea con mi papá y yo le dije que mal, entonces ella me dijo que iba a hablar con él, y ella entró a la pieza donde estaba durmiendo él, o sea la pieza de mi hermanito y los escuché hablando y le decía que por qué no me hablaba y él le decía que porque yo le ayudaba a ella y mi mamá le decía que por qué no me había contestado por la mañana y él decía que yo no lo había saludado y mi mamá le decía que sí que él no me había contestado y yo escuchaba desde la cocina donde estaba explicándole a la muchacha, y empezaron a gritar y ella gritaba y luego pasó corriendo y él detrás de ella y yo le dije que me esperara y yo entré a mi cuarto a colocarme los zapatos y cuando escuché fue los tiros dos y eso sonó muy duro pues como era recinto cerrado, y entonces entré a la cocina y le pregunté a la pelada y le dije esos son tiros y ella me dijo sí, y en esas él vino como a buscar y me miraba y entonces yo abracé a la empleada porque pensaba que él me iba a hacer algo a mí, y yo de miedo no me acercaba a mi mamá sino que me fui hacia el bar y corrí hasta el cuarto de mi hermano y me encerré y llamé a la policía y llamé a mi hermano le puse un mensaje y cuando fue a la sala le dije usted por qué la mató y me dijo que esta hijueputa no merecía sino estar muerta, yo ya no le ruego más a ella y ahí se la dejo a ver que va a hacer con ella y entonces me miraba y me miraba con rabia y me dijo que se iba a matar y yo le dije que no, que él me iba a matar a enloquecer y cuando yo me acerqué y le hablaba porque ella todavía estaba viva y trataba de hablarme pero no podía porque él le pegó un tiro aquí en el labio…yo volví a llamar a la policía para que mandaran una ambulancia ya que ella estaba viva, y me dijo que se iba a matar porque él no la iba a pagar, y yo no hacía sino llorar y le dije que me ayudara a llevarla al hospital y me dijo que yo de allí no salía que la dejara que se muriera, y yo le gritaba a él que me ayudara a salvarla que no me la dejara morir y no quiso y cuando en esas llegó mi hermano y en esas mi papá salió y se fue en el carro de él. Cuando mi hermano llegó inmediatamente la llevó a la clínica y allá murió”. Agrega que su mamá venía siendo amenazada de muerte por su papá, y que el revólver lo había adquirido en esos días (fls.8-9 vuelto, 39-40 vuelto, 148-151/1).

El implicado, quien se presentó voluntariamente a la F.ía el día siguiente de los hechos (26 de noviembre), admitió en indagatoria haber disparado contra su esposa, aclarando que lo hizo en un momento de rabia “por todas las ofensas que venía recibiendo”. Preguntado sobre la forma como ocurrieron, precisó: “Dejo constancia que hace como cuatro meses mi esposa no estaba viviendo conmigo sino en Bariloche con la mamá en la calle 13 con carrera 56, entonces ella siguió ayudándome en el negocio y venía común y corriente. Cuando ella llegó a las dos pasaditas, le dije que siguiera atendiendo ella que yo me sentía muy mal, y que me iba a acostar un rato y subí. Como a las cinco ella cerró el negocio y subió a llevar una empleada para el servicio y yo la vi que ella pasaba y pasaba por el cuarto sin mirarme siquiera entonces yo la llamo y le dije que al menos me preguntara a ver cómo me sentía, que yo estaba enfermo y que al menos me diera una pastilla. Ella me respondió que no le importaba nada que por ella me muriera, entonces empezamos a hablar y a decirle que ella por qué era así que yo la quería y ella me dijo que no la molestara más que yo sabía que ella no me quería que yo sabía que ella tenía otro hombre, que la dejara en paz, que ella quería era al hombre que la hacía feliz que yo no le servía para nada. Entonces yo le dije que vos cuando te has ido para C. como doce días andaba era con ese tipo y me dijo que sí, que yo ya no vivía con ella que no me importaba, y seguí hablando y diciéndole en buenas palabras y ella seguía insistiéndome que ella no me quería que ella quería a otro hombre y que yo no le servía ni para hacer el amor, y seguimos discutiendo y llegamos hasta donde está la grada y me descontrolé y como yo cargaba el arma y en ese momento pensé fue en suicidarme yo y me puse el arma en la sien y me gritó mátate oso desgraciado que eso es lo que quiero para quedar libre y no como fue (sic) que en vez de disparar para mí disparé para ella sin saber cuantos tiros disparé, no recuerdo tampoco en qué parte y me quedé allí como parado sin reaccionar y cuando de pronto me habló la niña y me gritaba papá, papá no se vaya a matar usted no nos deje solos y bajé las gradas y me fui en el carro sin rumbo”. Explicó que las relaciones con su esposa eran muy buenas, y que el arma la había adquirido para su defensa, a raíz de un atraco que le hicieron cuatro meses atrás (fls.24-26 del cuaderno No.1).

En el curso de la investigación fueron recibidos los testimonios de L.M.G.V. y O.J.G.V. (hermanas de la víctima), M.A.V. de G. (mamá de la víctima), M.F.R.G. y W.R.G. (hijos), J.R.G. (hermana del procesado), L.M.G.R. y O.M.C.R. (sobrinos del procesado), L.S.L.(.encargada del cuidado de la finca de los esposos R.G. en el Corregimiento de Pance), y de personas que laboraban en los negocios de propiedad de la pareja, entre las que se encuentra M.E.C.B., quienes informan sobre el comportamiento de la pareja, y la conducta individual de cada uno de ellos.

Algunos de estos testigos sostienen que la conducta de la señora A. era ejemplar, y que no les consta que hubiese tenido relaciones afectivas con persona distinta del marido, antes ni después de su separación. Otros, como W.R.G. (hijo), L.S.L. (encargada de la finca ubicada en el Corregimiento de Pance), y M.E.C.B. (Secretaria en uno de los negocios de la pareja), insinúan que la víctima ya no quería a su esposo, y que al parecer se encontraba saliendo con otro. El primero, por ejemplo, a la pregunta de si sabía que su mamá tenía relaciones sentimentales con otra personas, contestó: “En realidad no me consta, pero sí por ejemplo amigos de mi hermano, no se quién, dijo que había visto a mi mamá en una discoteca llamada Séptimo Cielo, con una persona abrazada y ella estaba con la hermana llamada LUZ MARINA GALVEZ” (FLS.94/1).

L.S.L., por su parte, a la pregunta de si en alguna oportunidad la señora A. le comentó que estaba enamorada de otro hombre, o tenía un amigo especial, respondió: “Sí, me dijo que había conocido a un hombre que era menor que don A., que se lo había presentado una prima que vive en Panamá, pero él...

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