Proyecto de acto legislativo 11 de 2012 senado - 12 de Septiembre de 2012 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451044394

Proyecto de acto legislativo 11 de 2012 senado

PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO 11 DE 2012 SENADO. por medio del cual se adiciona un nuevo artículo a la Constitución Política.

El Congreso de la República

DECRETA:

Artículo 1° Adiciónese la Constitución con el siguiente artículo.

Artículo 64B. Solo los colombianos por nacimiento y las personas jurídicas de capital exclusivamente nacional podrán ser propietarios de tierras agrícolas, poseerlas, usufructuarlas o explotarlas.

Las personas naturales extranjeras podrán adquirir, arrendar, usufructuar, poseer o explotar tierras agrícolas, siempre y cuando su tamaño sea inferior a una Unidad Agrícola Familiar.

El Estado no podrá adjudicar o entregar en ninguna modalidad tierras rurales a personas naturales extranjeras y a personas jurídicas con capital extranjero, o a quienes actúen en su nombre.

Los bienes baldíos solo podrán adjudicarse o entregarse en cualquier modalidad a nacionales por nacimiento, en tamaños equivalentes a una Unidad Agrícola Familiar.

El gobierno definirá, de acuerdo con las características de cada zona, el tamaño de una Unidad Agrícola Familiar, la cual deberá ser suficiente para que una familia viva dignamente y obtenga un excedente para la formación de su patrimonio.

Parágrafo transitorio. Dentro de los seis meses siguientes a la entrada en vigencia del presente acto legislativo, el Gobierno Nacional deberá presentar un proyecto de ley que defina la manera como las anteriores restricciones serán cumplidas por las personas naturales y jurídicas extranjeras que antes de la vigencia del presente acto legislativo sean propietarias de tierras agrícolas o las exploten en tamaños superiores a los contemplados en el presente artículo.

Artículo 2° El presente acto legislativo rige a partir de su promulgación.

CONSULTAR FIRMAS EN ORIGINAL IMPRESO O EN FORMATO PDF

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Introducción

El proyecto de acto legislativo que se pone a consideración del Congreso de la República pretende regular la propiedad y explotación de las tierras agrícolas por parte de los inversionistas extranjeros. Esta iniciativa es una respuesta al fenómeno conocido como acaparamiento o extranjerización de tierras, y se fundamenta en las obligaciones del Estado de garantizar la seguridad alimentaria y de defender los derechos de los campesinos y empresarios colombianos.

Desde el año 2000, Estados y empresas privadas se han apropiado de una gran cantidad de tierras agrícolas en diferentes partes del mundo. Este fenómeno se conoce como acaparamiento o extranjerización de tierras y es una de las principales amenazas para los países pobres. Un estudio del Banco Mundial señala que desde el año 2008, varios países y compañías privadas han anunciado la adquisición de 46,6 millones de hectáreas de tierras agrícolas en África, América Latina, Asia y Europa Oriental[1][1]. La revista Semana advirtió también que ¿en los últimos diez años en África, América Latina y el Sureste Asiático, 230 millones de hectáreas han sido cedidas, vendidas o alquiladas a estados petroleros, potencias emergentes, conglomerados industriales, fondos de inversión y bancos. Es como si hubieran comprado a Francia, España, Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal, Irlanda y Suiza juntos. Una fiebre de miles de millones de dólares que está trastornando el planeta al establecer plantaciones gigantes donde antes solo había sabanas, selvas y pequeñas parcelas¿[2][2] (Anexo 1).

Los inversionistas son principalmente países que dependen de la importación de alimentos y empresas vinculadas al sector financiero que han encontrado en la producción agrícola un lucrativo negocio para contrarrestar las inmensas pérdidas causadas por la crisis económica mundial. El estudio Rising Global Interest in Farmland (SEPT.2010) del Banco Mundial señala lo siguiente:

¿En el lado de la demanda se pueden distinguir tres grupos de actores: un primer grupo incluye gobiernos de países que estaban iniciando inversiones cuando, especialmente en la crisis alimentaria de 2007 y 2008, se preocuparon por su incapacidad para proveer comida a partir de recursos domésticos. Un segundo grupo de jugadores relevantes son las entidades financieras que, en el contexto actual, encuentran atractivas las inversiones en tierras. Esto incluye posibles valorizaciones de la tierra por encima de la inflación y la proyección de retornos seguros a largo plazo, algo de gran importancia para los fondos de pensiones con extenso horizonte. Aunque los mercados de tierras son algo ilíquidos, algunos de los inversionistas más activos pueden beneficiarse de medidas que mejoren el funcionamiento del mercado de tierras y, en algunos casos, usar técnicas cuantitativas sofisticadas para identificar tierras subvaloradas. El tercer grupo, con mayor concentración en los procesos del agro y en los avances técnicos que favorecen operaciones a escala, son operadores tradicionales agrícolas, agroindustriales y comercializadores que pueden tener un incentivo para expandir la escala de operaciones o para integrarse hacia adelante o hacia atrás y adquirir tierras, aunque no siempre a través de compras¿[3][3].

Desde la crisis alimentaria de 2008, los países no autosuficientes en alimentos decidieron adquirir tierras en el extranjero para producir los alimentos que no pueden cultivar en sus territorios. El alza en los precios de los alimentos y las restricciones a las exportaciones de comida[4][4] evidenciaron la vulnerabilidad de varias naciones para asegurarse el suministro de alimentos. La respuesta de estos países ha sido la de apropiarse de extensas áreas de tierras agrícolas en otras naciones donde pueden producir los alimentos necesarios para abastecer a sus poblaciones. Se trata entonces de una política diseñada para producir en el exterior la comida que no producen en sus territorios.

China, Kuwait, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur son algunos de los países que están adquiriendo tierras rurales en el extranjero. Aunque China cuenta con una gran cantidad de hectáreas para la agricultura, la expansión de su industria y el tamaño y capacidad de consumo de su población son una amenaza para su seguridad alimentaria[5][5]. Así lo reconoció el presidente de la Asociación China del Sector de Granos (CAGS por sus siglas en inglés), Song Tingming, quien afirmó que la producción de alimentos en el extranjero es una necesidad para su país[6][6]. Al igual que China, muchos otros países están apoderándose en otras naciones de extensos territorios de tierras agrícolas para controlar la producción de alimentos.

En el Anexo 2 se puede consultar una tabla elaborada por Grain, organización internacional que monitorea la compra de tierras a gran escala, en la que se registran los principales casos de adquisiciones de tierras a gran escala por parte de distintos países.

Las empresas vinculadas al sistema financiero internacional también están acaparando tierras en varias naciones. En medio de una crisis económica mundial de enormes proporciones, el capital financiero ha buscado nuevas fuentes de ganancias que sustituyan las que se han desplomado como consecuencia de la especulación financiera. La adquisición de tierras para la exportación de productos agrícolas se ha convertido en una inversión bastante atractiva para bancos y fondos de inversión.

En la medida en que los alimentos son tratados como commodities, es decir, productos con los que se especula en las bolsas de valores, sus precios han aumentado y, con ello, ha crecido el interés de la banca internacional en las tierras agrícolas. El magnate de las finanzas George Soros afirmó en junio de 2009 que ¿la tierra agrícola va a ser una de las mejores inversiones de nuestros tiempos. Eventualmente, por supuesto, los...

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