Proyecto de ley 031 de 2006 cámara - 27 de Julio de 2006 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451304334

Proyecto de ley 031 de 2006 cámara

PROYECTO DE LEY 031 DE 2006 CÁMARA. por la cual se dictan normas en materia tributaria, se crea el ¿Fondo de Inversiones Sustitutivas de Impuestos con Destino al Sector Rural (ISIS)¿ y se dictan otras disposiciones.

EXPOSICION DE MOTIVOS I. Resumen El presente proyecto de ley propone reducir en tres puntos porcentuales la tarifa al Impuesto sobre la Renta, a partir del 1º de enero del año 2007, y destinar los recursos dinerarios equivalentes a capitalizar al sector rural. Para tal fin creará el ¿Fondo de Inversiones Sustitutivas de Impuestos con destino al Sector Rural (ISIS)¿, como una cuenta especial sin personería jurídica, vinculada al Ministerio de Hacienda y Crédito Público y administrada a través de Fiducia Pública. Los recursos de este fondo serán destinados, de manera preferente a financiar proyectos de inversión ubicados en zonas de mayor atraso social y con problemas de seguridad latente, con el objeto de eliminar la pobreza en el sector rural y estimular los procesos de reinserción. La reducción de la tarifa al Impuesto sobre la Renta se hará efectiva y será aplicable para contribuyentes que opten por destinar los recursos al ¿Fondo de Inversiones Sustitutivas de Impuestos con destino al Sector Rural (ISIS)¿ a que se refiere este proyecto de ley.

El ¿Fondo de Inversiones Sustitutivas de Impuestos con destino al Sector Rural (ISIS)¿ destinará sus recursos a proyectos inscritos en la Bolsa de Valores de Colombia, para estos efectos el Gobierno Nacional expedirá la reglamentación correspondiente para que los proyectos destinatarios de los Fondos ISIS puedan inscribirse en bolsa. II. Consideraciones en torno a la política de seguridad democrática

Los avances logrados en el campo de la seguridad democrática son cada día mayores. Hoy estamos más cerca de un acuerdo humanitario y, el gobierno, bajo el mismo convencimiento con que ha desarrollado la política de seguridad democrática, ha aceptado crear una zona de despeje para tal efecto.

Si bien los esfuerzos han sido exitosos, especialmente en relación con el tema militar, no lo han sido desde el punto de vista de la creación de una estructura social y económica incluyente que soporte y garantice un proceso de paz sostenido. La delicada, pero importantísima fase de transición que el proceso de desmovilización implica, obliga a proponer soluciones concretas para la fase de lo que será la Colombia posconflicto.

Es evidente que las circunstancias del entorno son todavía hostiles para tener un desarrollo económico más dinámico, especialmente en el campo, pero las luces al final del túnel nos señalan ese nuevo rumbo y la necesidad de crear unos ejes económicos que contribuyan al reacomodo de nuestro país ¿que en los últimos años estaba acostumbrado a unos niveles de violencia extremadamente altos y que afectaron consistentemente el desarrollo económico y social del país¿ a esa nueva realidad.

Ello indica que los elementos que la sociedad colombiana tiene que tener presente en el próximo lustro, tienen que ver con la consolidación de la paz para superar una serie de factores que han sido estructurales en el conflicto colombiano, y con la profundización del desarrollo mediante la modernización del aparato productivo.

La magnitud del reto impone el trabajo colectivo y el compromiso de la sociedad. De lo que se trata es de trabajar en llave para darle un giro a la visión de país, con un fortalecimiento de su capacidad institucional, y acudir a ella para apalancar programas de desarrollo sostenibles, que nos provean de más y mejores herramientas para elevar la competitividad, de suerte que podamos conquistar mercados externos, sin descuidar la satisfacción del nuestro. III. Antecedentes

El clima de escepticismo que rodeó la apertura del proceso de negociación con los grupos de autodefensa, hace apenas tres años, no se compara con el fuerte timonazo de la política de Seguridad Democrática y los resultados de Santa Fe de Ralito, ni menos con la posibilidad de abrir una zona desmilitarizada para darle salida a un acuerdo humanitario, cuyo objeto sea la liberación de un reducido grupo de secuestrados ¿importante porque abre una puerta a una solución diferente al conflicto¿. En ese entonces los analistas vaticinaban el estrepitoso fracaso de una de las iniciativas más arrojadas y riesgosas en las que irrumpía el Gobierno Nacional, y la de ahora, sin duda, se ha traducido en sinónimo de tiempos mejores, en un país cansado de la violencia, de las masacres, de los secuestros y de los odios.

Esta mejor perspectiva no indica, necesariamente, que hayamos ingresado en la senda de un proceso de desmovilización exitoso. Por el contrario, nos estamos adentrando en el terreno desconocido del posconflicto, que ha sido una experiencia traumática en otras democracias como la de El Salvador o Guatemala. La aguda memoria de sus procesos de reconciliación, nos advierte sobre la necesidad de estar preparados, tanto para la guerra como para la paz, so pena de soportar los embates derivados de los combatientes, de uno u otro bando, que no logran volver a insertarse y habilitar un ambiente para reconstruir el entramado social. Este recuerdo debe servirnos para pisar, desde ahora, un terreno firme.

IV. Justificación

  1. De cara al proceso de desmovilización

    Colombia ha avanzado en la solución del conflicto ¿con la desmovilización de una parte importante de sus actores¿, pero tristemente ese gran esfuerzo no ha encontrado continuidad de solución en la reinserción económica y social de los desmovilizados. La explicación es simple: Hemos pensado poco en la reinserción y prácticamente nada en qué hacer con los territorios de los que se arranca a esa fuerza insurgente, para luego abandonarlos y, al igual que los reinsertados, dejarlos como otros desplazados más. Lo que no puede permitirse el país es que, después de los cientos de muertos, secuestrados y extorsionados, la historia se repita y perdamos todo el espacio ganado con la política de Seguridad Democrática y la desmovilización, como resultado de la falta de respuestas frente al manejo de la reinserción y de los territorios despejados.

    Facilitar a este contingente de hombres su desmovilización y la dejación de sus armas, fue sólo el primer paso. Los siguientes, quizá sean los más complejos y decisivos. Parten, precisamente, de aplicar la Ley de Justicia y Paz para garantizar, por un lado, el éxito de la reinserción. Es decir, la verdadera incorporación y resocialización de los ex combatientes a la vida civil. Y, por el otro, que el Estado retome el monopolio de las armas en las zonas que permanecieron, durante más de una década, bajo la égida de los grupos de autodefensa.

    Por eso debemos tener claro que estamos en ¿un pulso¿, en el que cada jugada define un posicionamiento futuro que nos podría conducir al éxito o al fracaso. Ceder terreno en este momento, sin que este sea parte de una estrategia bien pensada, sería un error histórico. Igual ocurrirá si la sociedad asume, como hasta ahora lo ha hecho, una actitud pasiva.

    Pero más allá de una respuesta puntual a la continuación de un proceso de desmovilización, tenemos que ensamblar una estrategia de largo plazo que nos permita, realmente, cimentar las bases de una sociedad incluyente.

  2. De cara a la realidad social

    Las cifras relacionadas con los aspectos sociales sugieren una disociación entre el crecimiento económico y el desarrollo social. En otros términos, que la acción del Estado ha sido insuficiente para evitar que los beneficios del reducido crecimiento económico registrado en los últimos lustros, se hayan sesgado a favor de una porción muy reducida de la población, dando lugar a que la mayor parte de nuestros compatriotas ¿especialmente la población rural¿ quedara marginada de sus beneficios y terriblemente rezagada de los niveles aceptables de vida, ubicándolos además, en una posición vulnerable social y económicamente, profundizado la desigualdad social.

    Los elevados niveles de pobreza y miseria versus la alta concentración de la riqueza, desempleo y niveles de informalidad, no es una situación que hubiera pasado inadvertida. Ha sido centro de atención de...

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