Sin proyecto de país - 5 de Mayo de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 902851197

Sin proyecto de país

La sabiduría popular no tiene límites. La sentencia de un conductor al servicio de una petrolera sorprendió al exministro Juan Carlos Echeverry cuando le dijo que "Con los uribistas en 12 años estaremos igual que Venezuela; con Petro, en 4 años. Tarde o temprano vamos a estar como Venezuela". La sorpresa fue mayor cuando le reconoció que, "a pesar de que su sustento y el de su hija dependen de que les vaya bien a las compañías petroleras, quiere votar por el ingeniero o por Petro". Echeverry le preguntó por qué iba a votar "si él (Petro) combate a la industria petrolera de la que usted vive". La respuesta fue contundente: "Porque van veinte años de uribismo y no hemos progresado". Aunque habrá quien sugiera que estas opiniones resultan de campañas orquestadas por el Foro de São Paulo o desde Caracas, en realidad si ampliamos el retovisor, vemos que el conductor de Echeverry comienza a tener razón. Que estamos ante proyectos personales, pero no proyectos políticos. Que han sido años de uribismo y antes de gavirismo y de muchos más ismos que, desde 1991 hasta hoy, han copado la política colombiana. Para citar solo un ejemplo: si no es por Uribe, Santos jamás habría sido presidente. Habrá diferencias de forma y discurso entre ellos, pero cuando se sustraen los aspectos personales, queda en evidencia que, en esencia, gobiernan con los mismos principios, utilizan las mismas herramientas e, incluso, trabajan con la misma gente. Es solo un ejemplo, pero desde el 91, la dirigencia colombiana maneja el país de esa manera. Hace política con los mismos principios, y utiliza las mismas herramientas. Creen que solo se gobierna para resolver problemas, pero no para trazar un curso que lleve al país a un horizonte de desarrollo. Y, peor, pretenden resolver los problemas con leyes o reformas constitucionales y no con buenas políticas. Se olvidan que los partidos políticos son la correa de transmisión entre los intereses sociales y las acciones gubernamentales; y no entienden que sin clientelismo los partidos ayudan a definir y hacer explícitos los intereses contrarios, e inducen a los ciudadanos a aliarse entre ellos por encima de las diferencias sociales. Desde el 91 no hay una cultura gubernamental que...

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