Proyectos productivos o cómo botar la plata - 21 de Diciembre de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 646962509

Proyectos productivos o cómo botar la plata

San Miguel (Putumayo). La enorme construcción es la viva imagen del despilfarro y la desidia. Prueba fehaciente de los miles de millones malgastados en supuestos proyectos productivos que en nada cambiaron las vidas de las gentes ni desarrollaron el departamento. En Orito, capital petrolera del Putumayo, cuya carretera de acceso sigue siendo destapada, lo que debió ser una planta de concentrados está dedicado a almacenar vehículos accidentados. Su construcción y equipamiento los pagó uno de los programas de Usaid derivados del Plan Colombia, y no llegó a funcionar un solo día. ¿Aprendieron algo de los errores del pasado? En absoluto. Un recorrido por algunos proyectos recientes prueba que los dineros procedentes de programas de cooperación y regalías, que manejan fundaciones de distinta índole, nutren la corrupción y se continúan desperdiciando. Ante la avalancha de fondos nacionales y foráneos que llegarán de la mano del Ministerio del Posconflicto, unidos a los que entran cada año por regalías, hay voces que emiten señales de alerta porque creen que si no hay correctivos, seguirán idéntico rumbo. La gobernadora actual, Sorrel Aroca, y su equipo se unieron al coro y están resueltos a adoptar medidas que lo eviten. Pero no todo depende de ellos. Hay proyectos heredados que no se pueden frenar, algunos aprobados el 31 de diciembre pasado. Destaca uno de 7.000 millones de pesos que tiene por objeto reforestar cuencas de los ríos Putumayo y Mocoa. El secretario de Desarrollo Agropecuario, Heraldo Vallejo, emitió un concepto desfavorable puesto que “no reúne las condiciones técnicas para su ejecución”. Pese a ello, asegura el funcionario, no queda más remedio que implementarlo. Todo lo más, intentarán dar con supervisores ‘cuchillas’ que no dejen pasar una, aunque su misión es casi imposible por las distancias y el acceso. El que logró aplazar es el programa de 863 millones de pesos destinados a plantar limón Tahití en 75 hectáreas en veredas de los municipios de San Miguel y Valle del Guamuez. La Fundación Nativos, su responsable, no ha presentado hasta la fecha un supervisor que cuente con la opinión favorable de la Gobernación. Tampoco parece que tenga un futuro brillante el limón porque si bien es cierto que en Nariño es rentable y en Perú lo exportan a Estados Unidos, nadie sabe qué pasará con el que saldrá de unos territorios alejados de los puertos ni qué comercializadora pueda estar interesada en el negocio. En la Fundación Nativos...

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