Razones del éxito empresarial - Sección IV. Éxitos y fracasos empresariales - Diseñe y administre su empresa orientada a los TLC - Tercera edición - Libros y Revistas - VLEX 927958413

Razones del éxito empresarial

AutorEdgar Van Den Berghe R.
Páginas310-341
DISEÑE Y GERENCIE SU PROPIA EMPRESA
Objetivo del capítulo
El objetivo de este capítulo es describir y analizar casos de empresarios exitosos,
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los avatares del destino, pero con gran espíritu empresarial han sacado avante su
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delegando funciones y promoviendo la importancia del trabajo en equipo; todos
comparten algo que utilizan con frecuencia, la visión, el instinto y el fuerte deseo
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muchos han diseñado una manera diferente de hacer las cosas para facilitar y dar
curso a su creatividad y a las innovaciones. Todos aman su trabajo y se sienten
orgullosos de ser empresarios.
A continuación se presentan algunos casos de empresarios de diferentes países,
personas comunes y corrientes pero con una característica constante; todos poseen
espíritu empresarial y una voluntad férrea para enfrentarse a los embates de la
vida y a las circunstancias adversas; ninguno de ellos fundó una gran empresa,
todas nacieron pequeñas, aunque algunas, por el tesón y el esfuerzo diario de sus
empresarios se han desarrollado hasta llegar a ser grandes organizaciones; todos
comenzaron con muy poco dinero, pero ello no fue óbice para amilanarse en su
proyecto, personas como ellos, héroes anónimos, son los que necesita nuestro
país para salir adelante y así aprovechar mejor las oportunidades que nos presenta
la globalización y los Tratados de Libre Comercio.
Casos de empresarios exitosos
Eliana Merino - Taller Novimax
Ubicación: Nueva York
Siguiendo con el tema de los inmigrantes latinos que llegaron a Estados Unidos en
busca del sueño americano y para lograrlo debieron vencer muchas tribulaciones
que en un principio parecían imposibles pero con coraje y resolución se enfrentaron
a ellas, las superaron y actualmente son exitosos empresarios; presento el caso de
la inmigrante hondureña Eliana Merino, quien nació en San Pedro Sula, Honduras,
en el seno de una familia muy pobre, solo pudo estudiar seis años en la escuela
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EDGAR VAN DEN BERGHE R.
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ayudar al sostenimiento de sus hermanos menores; por ello, desesperada, cuando
tenía 14 años, conoció un hombre; con él, embarazada se fue a Colombia en un
barco pesquero, el que se varó en Panamá, estuvo cuatro meses, comiendo lo que
pescaban, aguantando hambre, viviendo y durmiendo en la calle y no pocas veces
buscando comida en las canecas de la basura; zarparon y de nuevo el barco se
volvió a varar, duraron tres semanas en altamar, sin provisiones y sin agua, por
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Al llegar, descubrió que su compañero tenía novia y se iba a casar con la hija de
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pescando en el puerto de Taganga, a 10 minutos de Santa Marta, su amigo se
dedicaba a cuidar la droga encaletada de su patrón; le daba una vida con insultos
y golpizas casi diarias, algunas veces fue llevada de urgencias al hospital de la
ciudad a que le curaran las heridas causadas por los golpes; además tenía que
vivir con la madre de su compañero, sin haber recibido la menor prueba de cariño
ni dinero alguno por sus servicios, simplemente era la muchacha del servicio que
tenía que vestirse con la ropa usada que le regalaban sus amistades.
Un día en viaje a Santa Marta, en el bus le comenzaron los dolores de parto, de
un nuevo embarazo, de inmediato la llevaron a la sección de caridad del hospital
de la ciudad, pero debido a la mala atención, el niño se enfermó; debió escapar
por no tener dinero para pagar la pequeña suma que le pedía el hospital por los
servicios; tuvo que dejar el niño en el hospital, le había dado meningitis, en esas
circunstancias era mejor dejarlo morir; se despidió con un maternal beso en la
frente, para nunca más volverlo a ver; el niño murió a los 15 días, lo enterraron
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hombres más ricos de la ciudad quisieron correr con los gastos del entierro.
Para evitar las golpizas de su compañero, heridas y marcas que aun con el paso
de los años tiene marcadas en su rostro y cuerpo, se fue a vivir con su hija a una
habitación, para subsistir vendía marihuana Santa Marta Gold, en las calles de la
ciudad; su amigo la descubrió y arrastrándola del cabello, la llevó de nuevo a la
casa de su madre, donde debía trabajar 14 horas diarias, para recibir como limosna
una mala comida, para ella y su hija. Embarazada de su segunda hija; la suegra
frecuentemente le llevaba amigas a su hijo para que disfrutara unos momentos
de placer y de amor; Eliana debía atenderlas y hacerles la comida; una noche, el
suegro trató de violarla, avisó a su compañero, conociendo su posible reacción
violenta, ya había solucionado por la vía de las armas problemas menores y para
evitar una tragedia familiar, decidió retornar con él para su natal Honduras.
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Su compañero estaba en la mira de la policía colombiana, además los narcos
lo estaban persiguiendo para liquidarlo y evitar que al caer en manos de la
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internacionales; por esa razón, se escapó con él para su tierra natal. Continuó
recibiendo mala vida por parte de este, por lo cual decidió escaparse con sus dos
hijas y sus dos sobrinas a la ciudad de Progreso en la isla de Guanaja; allí consiguió
trabajo de noche en un bar y de día lavaba en el río la ropa de sus amistades,
mientras las niñas mayores, cuidaban de las menores; a los siete meses de dura
pero apacible vida fue descubierta por su compañero, quien en un momento de
descuido raptó a la niña mayor. Eliana consiguió dinero prestado, y con su olfato
de madre descubrió donde estaban, de nuevo rescató a su hija yéndose a vivir a
un sitio donde nunca más su compañero la pudo encontrar.
Estando en Honduras, viviendo en la pobreza casi absoluta, pues aunque quería
trabajar, las fuentes de empleo eran muy escasas, decidió buscar un nuevo rumbo
a su vida; así con dinero colectado en rifas, préstamos de los familiares y unos
pocos ahorros obtenidos de sus trabajos temporales, decidió irse con su prima
a los Estados Unidos y tratar de vivir su sueño americano; escondió su poco
dinero en la pretina del pantalón, el cual durante mucho tiempo no se pudo quitar,
para evitar que se lo robaran, además el olor espantaba la policía; viajando en
camiones, la mayoría de veces en auto stop (aventones), gastaron un mes hasta
llegar a la frontera con México, desde allí, pidiendo dinero para poder subsistir
y muchas veces comiendo las sobras que dejaban en los platos los clientes de los
restaurantes, pues solamente llevaban el dinero del coyote que las debía recoger
cerca de la frontera con Estados Unidos; estando en México, en dos oportunidades
los federales de este país trataron de violarla, pero escapaba corriendo; cómo le
sirvieron las clases de atletismo que recibió cuando estaba en la escuela y las
veces que salió huyendo para evitar las golpizas de su compañero.
Una vez bañándose en un río, los ladrones les robaron la ropa, salieron corriendo
desnudas por el pueblo hasta alcanzar los ladrones, en esa ropa estaba el dinero
para pagar el coyote.
Llegaron a Chiapas, gastando un mes para llegar al Distrito Federal; allí decidieron
coger el tren a la carrera, Eliana quedó colgando, su prima la agarró del cabello
y con la ayuda de otro inmigrante la izaron, salvándola de una muerte segura; así
llegaron a Tamaulipas, habían gastado más de tres meses y Eliana había perdido
más de 30 libras.
No encontraron al coyote, después supieron que estaba prisionero de la policía
de inmigración y que el grupo que estaba con él, había sido detenido y devuelto
a México.
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