Rebelión conservadora tumba a John Boehner, el líder de republicanos
América
Sergio Gómez Maseri Corresponsal de EL TIEMPO En Twitter: @sergom68 Washington. La insurrección de uno de los segmentos más conservadores del partido republicano en la Cámara de Representantes terminó forzando ayer la renuncia de John Boehner, el hombre más poderoso en esta colectividad y segundo en el orden de la sucesión presidencial en Estados Unidos. El primero es el vicepresidente. Boehner dejará tanto su curul en el Congreso como el cargo de presidente de la Cámara Baja a finales de octubre. Durante una emotiva rueda de prensa en el Capitolio, el republicano, que lleva cuatros años y medio como jefe supremo, explicó que desde un comienzo su plan había sido permanecer como speaker (presidente) durante solo dos períodos (cada uno de dos años). Es decir hasta enero del presente año. Sin embargo, los resultados electorales de noviembre del año pasado lo obligaron a reelegirse una tercera vez, pero con la idea de abandonar el puesto este diciembre. Sin embargo, la rebelión en su contra de los miembros del llamado Tea Party –republicanos de corte más radical– terminaron apresurando sus planes. “Tengo mucha gente que me respalda, pero esta incertidumbre que viene rondando desde hace meses no es buena para los miembros ni para la institución”, dijo Boehner, que sorprendió hasta a sus aliados más cercanos con la abrupta decisión. De acuerdo con fuentes cercanas a su entorno, el speaker había decidido esperar al menos hasta la visita del Papa, que compareció este jueves a una reunión conjunta de Cámara y Senado precisamente por una invitación suya. Pero lo cierto es que desde hacía meses venía muy incómodo por la enorme presión ejercida por los miembros del Tea Party para que adoptara posiciones radicales frente a los demócratas y el presidente Barack Obama, y en particular desde hace un par de semanas, luego de que se desatara el escándalo de Planned Parenthood, un programa federal que entrega fondos para planificación familiar y el aborto. La polémica arrancó luego de que circularon supuestos videos en los que se ve a funcionarios del programa discutiendo la venta de embriones y fetos producto de abortos. Los republicanos quieren acabar con el programa federal, pero este es defendido a muerte por los demócratas. Para lograrlo han intentado incluir una cláusula en la ley de presupuesto que actualmente se discute y que le retiraría los fondos. Planned Parenthood Esa ley es clave, pues si no se aprueba antes de la semana entrante el...
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