La reconciliación patria se teje en el Líbano, Tolima - 3 de Julio de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 870323692

La reconciliación patria se teje en el Líbano, Tolima

José Alberto Mojica Patiño - EDITOR DE EL TIEMPO @JoseaMojicaPManos que tejen, haciendo nudos; manos que rezan, manos que dan. Manos que piden algún futuro pa’ no morir en soledad. La voz de la artista colombiana Marta Gómez se escucha a través de un parlante en el centro del parque principal del Líbano, municipio cafetero del norte del Tolima donde se congrega un grupo de tejedoras y tejedores que entrelazan hilos amarillos, azules y rojos con sus agujas. Tejen pequeñas carpeticas en la técnica de ganchillo (mejor conocida como croché) y las van juntando. Se necesitarán cientos de carpeticas, muchísimos metros, hasta formar el enorme textil con el que buscan forrar el obelisco del parque principal y que tendrá el tricolor de la bandera de Colombia. Es el mismo obelisco, de cerca de ocho metros, desde el pedestal, donde reposan los despojos del fundador del municipio: el general del ejército liberal Isidro Parra, quien llegó a estas tierras desde El Peñol, Antioquia, junto con un grupo de colonizadores antioqueños y caldenses, y fundó un pueblo donde ya había un pequeño caserío con cedros y otros árboles de finísimas maderas. El gestor de esta iniciativa es Aulio Nel Echeverry Valenzuela, un joven artesano de 29 años de pelo alborotado y ojos verdes. Un muchacho que heredó de su madre, Luz Mery Valenzuela, el legendario y significativo oficio de los tejidos. Con ella tiene una tienda de artesanías en el centro de este municipio de cerca de 40.000 habitantes. También heredó sus ojos color esmeralda. "Estamos tejiendo resistencia. Lo que queremos es ponerle un estuche a la espada, con los colores de nuestra bandera: amarillo, azul y rojo", dice el joven, quien ha vivido en otras regiones del país —estudió artes plásticas en la Universidad del Tolima, en Ibagué, y gestión ambiental en Boyacá—, pero siempre vuelve a su tierra. Al obelisco también le dicen así: espada, por su forma. Y pocos saben que allí descansan los restos del fundador Isidro Parra, asesinado por los conservadores la noche del 21 de marzo de 1895. "Esta también es una manera de protestar por las injusticias que han venido ocurriendo en nuestro país y una forma de recuperar el tejido social", sigue al recordar que los tejidos son un oficio legendario que ha trascendido de generación en generación en esta población tolimense y que él y otros jóvenes se esmeran en preservar. Es un hombre sencillo, sin mayores pretensiones. Un joven artista que decidió hacer arte como catarsis...

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