La regulación del sector eléctrico en Argentina
| Autor | Julio C. Durand |
| Páginas | 343-389 |
julio c. durand
La regulación del sector eléctrico en Argentina
34
I. propsito de este trabajo
El propósito de este trabajo es describir la regulación del sector eléctrico en
la República Argentina. Sin embargo, es imposible abordar el tema sin expli-
car primero algunas circunstancias peculiares vinculadas a la actualidad de la
industria.
Como veremos más adelante, las normas fundamentales del “marco re-
gulatorio eléctrico” argentino –i.e., las normas que estructuran el funciona-
miento de la industria eléctrica en este país– fueron diseñadas a principios de
la década de 199, en el marco de un proceso de privatización y liberalización
de la economía en general, y de los servicios públicos en particular.
A partir de la crisis de 22, y de las graves dificultades del sector energé-
tico en los años subsiguientes, ese marco regulatorio se mantuvo formalmente
vigente, pero fue desvirtuado en la práctica por numerosas decisiones gene-
rales y particulares de las autoridades, que improvisaron remedios parciales,
en general ineficaces y a menudo incompatibles con las bases de la legislación.
Mientras tanto, la industria eléctrica mostró un inexorable deterioro, cuya cara
más visible es el notorio desmejoramiento de la calidad del servicio.
La nueva administración del país (desde diciembre de 21) ha declarado
la “emergencia del sector eléctrico nacional” con vigencia hasta el 31 de di-
ciembre de 217[1], y ha anunciado su intención de retomar progresivamente
el cumplimiento de las pautas originales del marco regulatorio. Si se logra este
objetivo, la etapa iniciada en 22 quedará probablemente en la historia como
un periodo confuso, donde las reglas fundamentales de la industria eléctrica
fueron sacrificadas en el altar de las necesidades de corto plazo, con un resul-
tado que personalmente estimo negativo.
En cualquier caso, describir el estado actual de la regulación –al comienzo
del año 216– es una tarea plagada de dificultades, porque la industria marcha
hoy al ritmo de una cantidad asombrosa de disposiciones generales y parti-
culares posteriores a 22 (a veces en la forma de resoluciones, pero también
como simples notas, o incluso prácticas administrativas sin respaldo normativo
alguno). Esta compleja descripción, aun si pudiese realizarse con éxito, tendría
una utilidad relativa, ya que el gobierno ha anunciado su intención de eliminar
progresivamente las distorsiones y regresar al sistema original.
1 Cfr. Decreto 134/21, publicado en el Boletín Oficial del 17/12/21.
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba