Relato de testigo principal
Autor | Luis Orlando Palomá Parra |
Páginas | 9-13 |
Relato de testigo principal
Ayer estaba muy preocupado porque me hurtaron un dinero que tenía para
pagar una deuda, busqué un amigo y me dio el número telefónico de una “oc ina
de profesionales” que conocían de diversos negocios, entre ellos, de préstamos
con intereses cómodos. Entonces, decidí llamar, me contestó una persona
muy cordial y me dio una serie de instrucciones para enviar a esa ocina de
manera virt ual cada uno de los datos que me exigían; en aquel momento, tenía
que enviarles, además, un dinero como parte del trato para la obtención del
préstamo, busqué un café internet y desde allí pude presentar los documentos
que me indicaron, también consigné al número de cuenta que me habían dado.
En verdad, tuve mucha suerte de que me prestaran el dinero, cuando me
devolv ieron la lla mad a, salí in mediatamente para asisti r a esa ocina, quienes
me hicieron el préstamo con un interés mínimo.
Posteriormente solicité otro préstamo, nuevamente me lo hicieron sin tanto
papel eo, en esa seg unda opo rtu nidad , me invita ron a for ma r part e de es a oc in a,
claro, sólo tiempo después, pude entender que esos favores tienen un valor, y
para mí fue altísimo. En esta ocina hacían muchas cosas, entre esas, publicaban
los famosos prestamos de dinero por unos intereses bajos, en donde la pobre
gente ingenua que caía, a ellos jamás le prestaban dinero y menos le devolvían
la cuota que habían consignado para el préstamo, repito fui beneciado, pero
miren el costo, pertenecí a esa ocina por muchos años y observé de todo.
Ya les voy relatando parte de la historia de la “Ocina de profesionales”
que tienen de todas las labores, pero pocos verdaderos profesionales, además
de trabajos totalmente clandestinos, todos ilícitos, los cuales causaron daño a
las personas que se hundían en sus tramas.
Con el transcurrir del tiempo se ganaron mi conanza, casi todos los que
estaban trabajando en esa ocina eran muy amables, hice un poco más de
conanza con uno de esos profesionales, pues, se trataba de un joven que
hablaba con mucha propiedad y que en el tiempo que estuve en esa ocina,
terminó la carrera de derecho en una universidad de esta ciudad, la verdad
no era muy buena, a él no le gustaba que le dijeran por sus nombres, sino
simplemente me dijo que lo llamara Pilsen.
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